17 de julio de 1964. Esta es la historia de una foto. Una imagen en la que tenemos a dos futbolistas que venían de ganar la Eurocopa con España, Amancio y Luis Suárez. Este, además, acababa de conquistar con el Inter la Copa de Europa, y Amancio, la liga con el Madrid. La foto, tras una comida veraniega, podría interpretarse como una celebración de alguno de esos éxitos. Pero la historia era otra... y más sabrosa
Ella aún era una semidesconocida, él una figura del toreo de la época; un personaje impulsivo dentro y fuera de las plazas que quiso casarse con Carmen Sevilla de un día para otro. El diestro entró a matar, pero no dio la vuelta al ruedo. A las pocas semanas se desposó con otra. «La ex novia de Arruza comenta la boda del torero»: así tituló La Voz aquella entrevista.
Es sencilla, pero elegante. Pequeña, pero robusta. Y ofrece todo lo necesario para moverse en el tráfico urbano: acelera sin titubeos, tiene una frenada perfecta y permite una fácil conducción. La versión eléctrica de la Neos te enchufa a la ciudad.
La primera vez que en La Voz se habló de debates televisados fue en septiembre de 1960, tras el famoso careo que enfrentó a Nixon y a Kennedy en la pequeña pantalla. Marcó un antes y un después en las campañas políticas. Tanto es así, que a menudo se olvida que fueron cuatro los debates televisados entre Nixon y JFK. Aunque en aquel primero Kennedy ya dejó k.o. a su rival: el poder de la imagen.
Los últimos insultos al futbolista Vinicius, para algunos una simple muestra de borreguismo, para otros de xenofobia, señalan desde medio mundo a España como un país racista. Muchos lo niegan, como también lo hacían en países donde a miles de gallegos obligados a la emigración en los años sesenta o setenta los trataron como ciudadanos de tercera. Los testimonios de esa época nos sitúan ahora frente al espejo
Al igual que la lucha contra la «pertinaz sequía» y la última batería de medidas sociales para acabar con «el problema de la vivienda», la reciente propuesta de crear supermercados públicos «con precios justos» no es algo nuevo: de hecho, ese era el objetivo de los primeros que hubo en España hace casi 70 años. Una idea que en poco tiempo sería engullida por la libre competencia. Así lo cuenta nuestro archivo.
Unos meses antes de su explosivo debut en el Deportivo, el siempre sagaz periodista Vituco Leirachá entrevistó a un Arsenio Iglesias que deslumbraba en el Fabril. Era solo un chaval de 20 años, pero ya asomaba la peculiar personalidad del futuro Zorro de Arteixo.
Quizás sea uno de sus sueños no confesados. Puede incluso que algún día lo anuncie por su Twitter, tras pegar los trozos de su Starship. Pero en cierto modo Elon Musk ya viajó en el tiempo cuando resucitó Tesla, la marca que homenajea a otro utopista maltratado por la historia, padre de numerosos inventos, y que a principios del siglo XX había llegado a Galicia en forma de un «revolucionario» tratamiento para enfermos crónicos.
Más de un millón de contribuyentes presentaron su declaración de la renta solo en el primer día de la actual campaña. Ciudadanos de a pie en su mayoría, quizás más ansiosos por sacarse cuanto antes el asunto del medio (y de cobrar pronto) que convencidos de que Hacienda somos todos. Justo lo contrario que hace 40 años pensaba Lola Flores, que tras cuatro ejercicios sin pagar impuestos se excusaba así: «Soy un mito».
Vender al «mismo» precio pero ofreciendo menos peso o cantidad, y unas pizcas de disimulo. Alguno dirá que es lo de sisar de toda la vida. El caso es que la reduflación, uno de los términos que junto a la inflación se ha metido en nuestra cesta de la compra, lleva con nosotros en distintos formatos tantos años como recuerda La Voz.
«El submarino, por sus condiciones, no solo puede aplicarse como arma de defensa». Así se refería Isaac Peral, en una entrevista publicada en La Voz en 1889, a aquel proyecto culminado con éxito que lo había convertido en un «influencer» de su época. Pero ni siquiera el ingenio de este pionero alcanzaría a imaginar el uso que le darían al sumergible los narcos cuyas singladuras leemos ahora en el periódico
Salud, dinero y amor: antes de que el estribillo del tango se hiciese popular, los periodistas más veteranos ya sabían cuáles eran los tres asuntos que más preocupaban a los lectores. Hace 140 años, igual que hoy, la mejora de la sanidad (si es que entonces podía llamarse así) era protagonista en La Voz de debates tan cotidianos como el del alza de los precios o las crónicas de crímenes pasionales que sobrecogían a nuestros tatarabuelos.
El camino del fútbol femenino en España ha sido largo (y aún sortea baches) hasta ser tomado en serio. «Algún día nos impondremos», vaticinaba en 1963 la jugadora gallega Olga tras uno de los pocos partidos que se veían con buenos ojos: solteras contra casadas... en carnavales.
Eran otros tiempos: imagínense hoy en día que un futbolista escribiese en el periódico las crónicas de sus propios partidos. Pues esto lo hizo Amancio Amaro en La Voz cuando jugaba en el Deportivo. Y el futbolista no quiso abandonar A Coruña sin narrar, de puño y letra, los pensamientos más íntimos que pasaron por su cabeza el día en que fichó por el Real Madrid
En el Oeste lejano de la Galicia de hace cien años, a donde viajamos esta vez a bordo de nuestro archivo, nos encontramos con forajidos y cazarrecompensas propios de un «western». Como esos carteles de «Se busca» del cine, en las páginas de La Voz aparecían anuncios que ofrecían suculentas sumas de dinero a quienes ayudasen a localizar a prófugos del Ejército, «indignos de titularse españoles»
«Para despertarme soy como un Rolex; para el resto, un Casio». Antes de que la ubicua canción de Shakira nos taladrase el cerebro como el continuo tic-tac de un viejo reloj, el humorista David Perdomo se despachaba así en una entrevista para la revista YES
de la Voz, en el 2016. La dicotomía Rolex (bueno)-Casio (reguleras) se mostraba ahí con ingenio gallego. En nuestro archivo encontramos piezas suficientes para romper tópicos sobre estos dos iconos que viajan por el tiempo ajenos a la fiebre del «smartwatch». Historias para otra canción.
Entonces, a la violencia social se le llamaba matonismo. No había estadísticas que nos dijesen, como hoy, que la criminalidad creció en Galicia un 35 % en el 2022 (y hasta un 150 % los delitos sexuales en alguna provincia), pero raro era el día sin un titular que empezase por la frase «crónica sangrienta». Así las cosas, La Voz emprendió la campaña «contra el matonismo». Y de ello opinó la condesa en nuestro periódico.
Tenía 18 años y ya era campeón del mundo con Brasil. Su presencia en el Teresa Herrera de aquel verano del 59 metió más de 40.000 espectadores en Riazor. Tras la final Santos-Botafogo, el periodista de La Voz Vituco Leirachá entrevistó a aquel simpático chaval
Es una de las candidatas a palabra del año, y en Galicia, además, ha protagonizado una de las grandes noticias de este 2022. Pero la primera vez que La Voz usó la expresión «inteligencia artificial» el título de aquella crónica no resultaba muy tranquilizador a primera vista. «¿Hacia la sustitución del hombre?, se preguntaba el periódico en 1979 vaticinando el comienzo de «una nueva era».