Ramón Maceiras, que fue jefe de prensa del sindicato nacionalista durante seis años, irrumpe en las redes como agitador del ideario de Santiago Abascal
El edificio, a la venta por 600.000 euros, es hoy un lugar olvidado, en el que apenas queda rastro del sitio donde comieron Fidel Castro, Helmut Kohl o Juan Pablo II