El Gobierno luso se ha ganado la admiración de Europa con sus logros: un paro del 8 %, un déficit embridado y un PIB que crece a buen ritmo. Su talón de Aquiles es una deuda gigantesca
Lleva el guardián del euro más de dos años tirando de chequera, para desesperación alemana, con el firme propósito de pavimentar la recuperación. La economía ya carbura y ha llegado, pues, el momento de levantar el pie del acelerador de las compras de deuda. Pero Draghi no se fía. Son demasiadas las veces que ha visto resucitar una crisis que tiene más vidas que un gato
La cuarta revolución industrial ya está aquí y, de momento, Estados Unidos lleva la voz cantante; los titanes de la industria tradicional, en peligro de extinción en el medio plazo