El asesino de Cox tenía vínculos con neonazis

Rita Álvarez Tudela LONDRES / E. LA VOZ

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PHIL NOBLE | Reuters

La seguridad de la diputada fallecida se revisó hace tres meses tras recibir amenazas

18 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Sus vínculos con la ultraderecha es la línea prioritaria de la investigación de la policía británica sobre el presunto asesino de la diputada laborista Jo Cox, el solitario Thomas Mair, aunque también se está analizando su estado mental. El atacante se relacionaba desde hace años con movimientos racistas blancos de Estados Unidos y Sudáfrica. Los agentes encontraron símbolos y literatura nazi en el registro de su casa, según fuentes citadas por la BBC y el diario The Guardian

Mair, de 52 años, actuó el jueves con frialdad disparando y apuñalando a Cox a plena luz del día a pocos metros de su casa en Birstall, localidad próxima a Leeds. Fue diagnosticado con un trastorno obsesivo compulsivo, pero su hermanastro Duane St Louis asegura que no lo veía capaz de «hacer daño a una mosca». No obstante, quiso dejar claro que su hermanastro nunca había expresado ninguna opinión política, ni tampoco acerca de British First, el grupo de extrema derecha que habría citado cuando perpetró el crimen.

Pese a su problemas mentales, según fuentes de The Guardian, el asesino estaba lúcido cuando fue interrogado. Además informa de que circula un vídeo casero muestra que estaba esperando a Cox a salida de su reunión con los electores, lo que probaría que fue un ataque deliberado

Al otro lado del Atlántico, el Centro Southern Poverty Law en Estados Unidos (SPLC) informó de como el presunto asesino compró publicaciones del grupo neonazi Alianza Nacional (AN), activo entre los años 1999 y el 2003 en EE.UU., en las que había un manual de instrucciones para fabricar armas que compró en 1999. En total se gastó 620 dólares en libros como «Química de polvos y explosivos», «Incendiarios» y «Manual de municiones improvisadas», que, entre otras cosas, detalla cómo construir una pistola con piezas disponibles en cualquier ferretería.

A Mair también le vinculan con Sprinbock Club, un grupo defensor del apartheid en Sudáfrica. Hasta el 2006 estuvo suscripto a su revista South African Patriot, una publicación que hace campaña contra «la caída del imperio civilizado» en Sudáfrica y que era editado por el exmiembro del Frente Nacional Alan Harvey.

Otra línea de la investigación gira entorno al grupo National Action, después de que su división en el noreste del Reino Unido aplaudiese el asesinato de Jo Cox en una de sus cuentas en redes sociales, en un mensaje en el que se decía: «Solo quedan 649 diputados para terminar con todos».

Amenazas

En los últimos tres meses, se había revisado la seguridad de Cox después de que recibiera una serie de amenazas de un hombre que no es el detenido. Al parecer en dos ocasiones recibió «comunicaciones maliciosas de naturaleza sexual en su oficina parlamentaria en Westminster».

Mair se fue de la escena del crimen caminando tranquilamente, pero pronto fue retenido por varios agentes. A pocos pasos, sus vecinos explican como vivía en la misma dirección durante los últimas 40 años, las dos últimas décadas en solitario, desde que falleciesen su madre y su abuela.

Al tirar de archivo, Mair aparece entrevistado en un periódico local en el 2010. Allí hablaba de sus problemas de salud mental y su estancia en un centro médico. Sus vecinos confiesan que acudían a él para limpiar sus jardines. «Todavía no puedo creer que él sea el tipo detrás de lo ocurrido», comentaba David Pickles.

Más que un nombre de un partido

Además de ser el nombre de un partido, Britain First es un lema de ultraderecha utilizado en la campaña a favor del brexit. El origen del partido está en una deriva de dirigentes del Partido Nacional Británico (BNP), que ha llegado a tener eurodiputados y que en las dos elecciones anteriores a la irrupción, en el 2015, del UKIP de Nigel Farage obtuvo porcentajes sustanciales de votos en la circunscripción representada por Cox: 6,8 % en el 2005 y 7,1 % en el 2010. Britain First publica vídeos de entrenamiento con artes marciales, dice tener una sección «vigilante» semisecreta, al estilo de los lealistas norirlandeses con los que se emparentó desde su origen, y ha invadido mezquitas o patrullado barrios musulmanes de manera exhibicionista. Goulding, que se presentó a las recientes elecciones a la Alcaldía de Londres, dio la espalda cuando el elegido, Sadiq Khan, pronunció su discurso de aceptación.

Cameron y Corbyn dan una imagen de unidad inédita que marca la campaña

Lo que no consiguió la campaña del referendo ocurrió el viernes. David Cameron y Jeremy Corbyn aparecieron juntos y dando una imagen de unidad inédita en el homenaje a la diputada Jo Cox en el lugar donde fue asesinada el día anterior. Hasta la fecha, si bien el primer ministro y el líder laborista son partidarios de seguir en la Unión Europea, no se habían puesto de acuerdo para hacer ni un solo acto de campaña juntos. La situación cambió tras el trágico suceso que dejó sin palabras a la sociedad británica, a falta de solo cinco días para la celebración del referendo y cuando la opción del brexit lidera las encuestas.

Cameron y Corbyn hicieron una ofrenda flores blancas en Birstall y escribieron varios mensajes ensalzando la figura de la diputada. Acompañados de otros parlamentarios y del presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, las ausencias sonadas a la cita fueron las de las caras favorables al brexit, como el líder del UKIP, Nigel Farage.

«Ahí donde veamos odio, donde veamos divisiones, donde veamos intolerancia, tenemos que erradicarlas», señaló Cameron, haciéndose participe del intento de la clase política por llamar a poner fin a la crispación de los últimos días de la campaña del referendo. «Dos niños perdieron a su madre, un marido ha perdido a su querida esposa, y el Parlamento a una de sus defensoras más brillantes y apasionadas», dijo el primer ministro, en un tono que recordó al usado por el marido de la diputada de 41 años.

Campaña paralizada

La campaña del referendo queda así paralizada hasta el lunes, cuando el Parlamento se reunirá en memoria de Cox, tal y como anunció Corbyn, para quien estamos ante «un ataque a la democracia». Las que sí continuaron con normalidad fueron las reuniones de los diputados con los vecinos en sus circunscripciones, conocidas como surgeries en inglés. Precisamente a la salida de una de ellas, fue cuando Cox fue asesinada. Algunos diputados no ocultaron su preocupación y dijeron que han sido avisados de mantenerse alerta ante posibles ataques similares.

Muchos de ellos se acercaron a una vigilia llevada a cabo en la plaza frente al Parlamento de Westminster para recordar a su compañera. Los tories no disputarán el escaño que deja vacante Jo Cox en la circunscripción de Batley and Spen, por lo que su sustituto será el candidato que decida el Partido Laborista, en señal de homenaje al servicio público hecho por la fallecida.

¿Influirá el asesinato de la diputada Cox en la campaña del brexit. Esta es la gran pregunta. A falta de saber cómo responder el electorado el día 23, las bolsas y la libra se recuperaron el viernes tras varias jornadas de caídas. «Es evidente que la recuperación se atribuye por entero a la idea de que la tragedia incrementa las posibilidades de que la opción de seguir en la UE gane», señaló Ray Atrill, codirector de estrategia en el mercado de divisas del National Australia Bank. También se oían las primeras acusaciones contra los que han crispado el ambiente apuntando a Nigel Farage. Una viñeta de The Guardian presentaba a Farage ante su cartel electoral antiinmigración pero cambiando el lema «Punto de ruptura» por «Punto de odio».