El ataque de un enfermo mental en Londres reaviva la psicosis yihadista

Rita A. Tudela LONDRES / E. LA VOZ

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La única víctima mortal falleció en brazos de una familia de turistas españoles

05 ago 2016 . Actualizado a las 07:24 h.

Londres vive atemorizada por la posibilidad de sufrir atentados terroristas similares a los perpetrados por los yihadistas en París, Bruselas y Niza. La ciudad amaneció ayer conmovida por un apuñalamiento que dejó un muerto y seis heridos en el centro turístico. Si bien la policía informó de que era un ataque «espontáneo, con víctimas elegidas al azar», sin motivación terrorista y perpetrado por un enfermo mental, a muchos británicos no les tranquilizó.

El ataque sucedió la noche del miércoles a manos de un noruego de origen somalí de 19 años que vive con su familia en Londres desde que tenía cinco, armado con un pequeño cuchillo de cocina. Detenido a los pocos minutos, la policía informó, tras los primeros interrogatorios, que no había encontrado signos de radicalización ni de vínculos terroristas.

La estadounidense Darlene Horton falleció en el lugar de los hechos como consecuencia de las graves heridas. Próximos a ella, en la céntrica Russell Square y a pocos metros del Museo Británico, se encontraba una familia española con su dos hijas que no dudó en socorrer a la fallecida. La mujer, de 64 años, tras perder el conocimiento, falleció en sus brazos, sin que los equipos médicos que apenas tardaron en llegar cinco minutos pudieran salvarla. Así lo contó un brasileño de 40 años que atendió la petición de los españoles mientras pedaleaba su bicicleta, de que llamase a una ambulancia.

De las cinco personas que resultaron heridas, solo un británico permanece ingresado en el hospital por lesiones de arma blanca cerca del estómago, si bien las autoridades confirmaron que no se teme por su vida. En un primer momento se informó de que una herida era española, pero la embajada en Londres y la Policía lo desmintieron. Finalmente, se confirmaba que la procedencia de los heridos era de EE.UU., Australia, Israel y Reino Unido.

Confusión

La confusión venía por otras dos españolas que habían estado próximas al lugar de los hechos, Anna Calderón y Laura Gómez, quienes explicaron a la prensa británica cómo vieron a una mujer rubia de unos 20 años con la mano cogiéndose un costado. «Estaba corriendo y gritando que necesitaba un hospital», comentaron ambas. Sin embargo, pronto vieron cómo un hombre la ayudaba y cogían un taxi.

«Estaba comprando una cerveza y de pronto oí a una mujer que gritaba y corría detrás de un hombre. Creía que le habían robado el bolso, había más gente», contó Xavery Richert, un turista francés de 22 años que duerme en un hotel próximo a la plaza. Mientras, Constantine Somerville, un vecino de la zona, reconocía su sorpresa por lo sucedido en un barrio tan seguro y céntrico. «¿Por qué alguien atacaría en un barrio así?», se preguntaba incrédulo.

En uno de los laterales de la plaza, que cuenta con un parque, fue arrestado el sospechoso tras ser interceptado con una pistola eléctrica, según confirmó el más alto responsable de antiterrorismo en Scotland Yard, Mark Rowles. Así, reconoció que todo el trabajo hecho por su equipo apunta cada vez más a que el trágico incidente fue provocado por los problemas de salud mental del joven. En un primer momento, la policía no descartó de la posibilidad de un atentado como los que han tenido lugar en Francia y Alemania, pero según iban recabando información abandonaba esa hipótesis. «Este ataque provocará preocupación», reconoció el responsable de Scotland Yard.

Llamada a la calma

El alcalde de Londres, Sadiq Khan, intentó llamar a la calma a los ciudadanos, sabedor de que el anuncio del despliegue de otros 600 agentes en los lugares más concurridos de la ciudad, en el marco de la operación Hércules, no había evitado el ataque. El domingo, el jefe de la Policía Metropolitana de Londres, Bernard Hogan-Howe, se dirigió a la población en una carta abierta en la que advertía de la alta probabilidad de un ataque terrorista, por lo que los nervios de los británicos están a flor de piel.

STEFAN ROUSSEAU | AFP

Más policías armados en las calles

El ataque se produjo un día después de que el comisario Bernard Hogan-Howe y el alcalde Sadiq Khan anunciaran que más agentes de policía armados, hasta un total de 2.800, vigilarán ahora las calles de Londres. El incremento de la presencia de policías en las calles de la capital era ayer evidente. En la imagen, agentes antiterroristas en un ejercicio en el río Támesis. Foto