Las entidades financieras están priorizando el crédito al consumo frente a otros, entre ellos el del sector público
18 ago 2016 . Actualizado a las 07:43 h.Durante los años de fuerte crisis económica, de reestructuración bancaria (con aquel rescate de más de 40.000 millones de euros) y de restricción del crédito, la banca encontró en las Administraciones un buen asidero para seguir dando dinero, teniendo en cuenta que la demanda de familias y empresas estaba por los suelos. Según consta en los informes del Banco de España, las entidades financieras llegaron a tener prestados al sector público casi 96.000 millones de euros en el año 2012, una cifra que se fue manteniendo durante estos años de cierta mejora económica. Por comparar, en el 2010 esa cifra apenas llegaba a los 80.000. Es un repunte del 20 % mientras el dinero que se prestaba a los sectores productivos caía casi un 25 %: de 1,8 billones a menos de 1,4. Aunque las magnitudes no son comparables, el comportamiento se advierte diametralmente opuesto.
Fuentes financieras explican que entonces las Administraciones públicas tenían muy difícil acceso a financiación a través de emisiones de deuda, por ejemplo, por los elevados intereses que se pedían. Se recurrió entonces a la banca doméstica para solventar la carencia de dinero.
Ahora bien, el grifo a gobiernos autonómicos y municipales, diputaciones y Administración central se ha ido reduciendo en los últimos 18 meses, coincidiendo con una cierta recuperación de la demanda por parte de los particulares y las pymes. Esos 96.000 millones que se mantenían a inicios del 2015 eran a inicios de este año 88.000, en una curva que ha ido declinando, hasta volver a repuntar en el segundo trimestre y quedarse ahora en los 92.000 millones.
En este caso, la explicación es, aparentemente, doble. Por un lado, la intervención del BCE ha provocado una caída en los tipos de interés y también en la prima de riesgo española, algo que ha permitido salir a captar fondos fuera de forma más sencilla y barata. Y por otro lado, los bancos están priorizando el crédito al consumo frente a otros, entre ellos el del sector público.
El caso gallego, similar
La curva que se dibuja en España es similar para el caso gallego. En marzo las entidades financieras tenían prestados 2.879 millones a organismos públicos, cuando apenas dos años antes se superaban los 3.100 millones. Durante la crisis, en cambio, había crecido más de un 70 %.