Acusan de vandalismo a la reportera húngara que puso la zancadilla a refugiados

Europa Press

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Marko Djurica | Reuters

La Fiscalía afirma que no hay pruebas de que se tratase de un crimen de odio por motivos raciales

07 sep 2016 . Actualizado a las 20:57 h.

Los fiscales húngaros han presentado cargos este miércoles contra la cámara acusada de golpear y hacer la zancadilla a refugiados que escapaban de la Policía cerca de la frontera sur con Serbia el año pasado.

Petra Laszlo fue despedida de su puesto en N1TV, una cadena de televisión con simpatías nacionalistas, después de que un vídeo en el que se la veía golpeando a varios refugiados se hiciera viral.

Su procesamiento por conducta desordenada se produce en un momento en que la tensión política aumenta en Europa en torno a la crisis migratoria. Hungría celebrará un referéndum el próximo 2 de octubre sobre si aceptar las cuotas de refugiados impuestas por la UE, el mismo día en que el ultraderechista Partido de la Libertad (FPO) austríaco podría hacerse con la Presidencia.

Los fiscales han descrito como cientos de inmigrantes rompieron el control policial y avanzaron hacia Szeged, una localidad cercana a principios de septiembre del 2015. Laszlo estaba directamente detrás de los agentes y grabó a los refugiados mientras huían.

«Mientras grababa golpeó a un hombre en la espinilla con un rápido golpe con su pie derecho y también golpeó a una chica alrededor de la rodilla con su pie derecho», han señalado los fiscales en un comunicado, precisando que no hay pruebas de que se tratara de un crimen de odio por motivos raciales.

Laszlo no se ha pronunciado aún tras la decisión de los fiscales. El año pasado aseguró al diario Magyar Nemzet que sentía remordimientos por lo ocurrido. «Estoy prácticamente en shock por lo que hice y lo que se me ha hecho», afirmó. «No soy una persona sin corazón o racista (...) soy una mujer, una madre de niños pequeños, que desde entonces ha perdido su empleo y que tomó una mala decisión en pánico», añadió.

Los fiscales han dicho que no golpeó a un hombre que llevaba a un niño pequeño, una de las acusaciones a las que se enfrentó durante el escándalo mediático que suscitó su caso.

Laszlo «dio un puntapié hacia un hombre que llevaba a un niño en sus manos, pero el golpe no le alcanzó. Aún así, el hombre con el niño cayó porque (...) uno de los policías intentó agarrarle y retenerle, y perdió el equilibrio cuando se liberaba», han explicado los fiscales.

El hombre, un entrenador de fútbol sirio llamado Osama Abdul Mohsen, se instaló posteriormente en España junto a su hijo después de que una escuela de fútbol le ofreciera trabajo.