Capriles, retenido en Margarita por simpatizantes de Maduro

JUAN FRANCISCO ALONSO CARACAS / E. LA VOZ

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CARLOS GARCIA RAWLINS | REUTERS

El opositor sufrió un bloqueo de cuatro horas en el aeropuerto

09 sep 2016 . Actualizado a las 07:21 h.

Los ataques contra los principales dirigentes de la oposición venezolana no cesan. La última víctima fue el gobernador del estado Miranda y dos veces candidato presidencial, Henrique Capriles Radonski, quien en la noche del miércoles (mañana del jueves en España) permaneció retenido por cuatro horas en el aeropuerto de la turística isla de Margarita, al oriente del país, porque decenas de simpatizantes chavistas, algunos encapuchados y portando piedras, palos y hasta armas de fuego, le impidieron abandonarlo.

«Estoy sitiado por bandas armadas del Gobierno, encapuchados como les pude mostrar», denunció el líder opositor en un vídeo difundido a través de su cuenta en las redes sociales, en el cual se veía a un grupo de personas golpeando las puertas acristaladas del recinto.

El opositor acusó al presidente, Nicolás Maduro, de lo ocurrido. «Esas bandas fueron enviadas por Maduro», dijo a los medios, donde afirmó que la acción contra él perseguía «un muerto» para «ocultar desesperadamente lo que le pasó el viernes a Maduro. Buscan ocultar que el pueblo lo aborrece a él y a su cúpula», dijo en referencia a la cacerolada de la que fue víctima la semana pasada el mandatario en una localidad de esa misma isla.

La Voz de Galicia conversó con algunos de los presentes en el aeropuerto y ellos relataron que al arribar el Gobernador del vuelo que lo trajo desde Caracas a las afueras de la terminal lo esperaban unas 50 personas, identificadas con el oficialismo, y que dentro al menos cuatro encapuchados se paseaban sin que nadie se lo impidiera.

«No había una sola autoridad», relató Capriles, quien explicó que viajó no por placer o por política, sino para asistir a la misa de la Virgen del Valle, patrona del oriente venezolano, como viene haciendo desde que en 2003 fue liberado, tras permanecer detenido varios meses acusado de asaltar la Embajada cubana durante el golpe que en 2002 depuso temporalmente al fallecido Hugo Chávez.

«Un teniente coronel de apellido Ortiz fue el único que se presentó», comentó el testigo, quien agregó que «solamente se ocupó de sacar a los demás pasajeros que llegaron en el vuelo donde viajó Capriles y en el que le siguió. Afuera lo vieron hablando con los chavistas y diciéndoles por dónde podía salir Capriles de la instalación».

El líder opositor, los dos diputados y los dos alcaldes que estaban con él pudieron dejar el recinto al filo de la medianoche, pero no por la acción de las autoridades, sino porque a los colectivos les venció el cansancio y se fueron. «Yo no arriesgo a nadie. Yo de la única vida que dispongo es de la mía, la de más nadie», replicó Capriles a los mensajes preguntándole por qué no pidió apoyo a sus simpatizantes, al tiempo que llamó a los embajadores de los países miembros de los no alineados a tomar nota de lo ocurrido. La próxima semana en Margarita se celebrará una cumbre de esta organización.

Desde el chavismo negaron cualquier responsabilidad en lo ocurrido. El diputado Diosdado Cabello acusó al opositor de «montar un show» y se mofó de lo ocurrido: «Qué va a estar persiguiendo Maduro a Capriles, por favor, cómete un dulce».

Horas antes la esposa de Leopoldo López, Lilian Tintori, fue agredida por militares que le impidieron protestar ante el Consejo Nacional Electoral.