Juncker: «No puede ser que el agua sea más cara que la leche»

EFE

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VINCENT KESSLER | REUTERS

El presidente de la Comisión Europea reitera su apoyo a los agricultores y recuerda que ya se movilizaron 1.000 millones de euros para el sector lácteo, afectado por el veto ruso a las importaciones desde Europa

14 sep 2016 . Actualizado a las 19:40 h.

Jean-Claude Juncker insistió este miércoles durante su discurso sobre el Estado de la Unión en la Eurocámara en la necesidad de apoyar a los agricultores. «No puede ser que agua sea más cara que la leche», denunció, recordando que ya se han movilizaron 1.000 millones de euros para el sector lácteo, afectado por el veto ruso a las importaciones desde Europa. El presidente comunitario garantizó también la defensa de la industria siderúrgica, afectada por la sobrecapacidad y los bajos precios a nivel global, cuestiones que dijo haber abordado en sus dos visitas a China este año. «No podemos ser ingenuos ni intentar meternos en todos los mercados, pero debemos responder de forma categórica al dumping, como Estados Unidos está haciendo», sostuvo.

Sobre el pacto de estabilidad y crecimiento, Juncker consideró que debe aplicarse con «flexibilidad» y «sentido común» a los países con deuda excesiva que están llevando a cabo reformas. «Ha demostrado funcionar, pero no debe convertirse en un pacto de flexibilidad -aclaró-. Necesitamos una aplicación flexible pero inteligente, de manera que no se frene el crecimiento». El presidente de la Comisión Europea recordó que «la deuda en la Unión sigue siendo excesiva», aunque los niveles de déficit, que estaban en el 6,3 % en el 2009, hayan «conseguido bajar ahora al 1,9 %».

Abogó por una aplicación del pacto «con sentido común», teniendo en cuenta que su implementación «se ha convertido en una doctrina para muchos», y apuntó que, «en teoría, un solo punto decimal por encima del 60 % de la deuda de un país debería ser castigado, pero, en realidad, hay que mirar las razones de la deuda». En su opinión, «deberíamos intentar apoyar y no castigar los esfuerzos de reforma en curso», para lo que «necesitamos políticos responsables». «Y seguiremos aplicando el pacto no de manera dogmática, sino con sentido común y la flexibilidad que sabiamente introdujimos en las normas», indicó.

Recordó también que «el desempleo en Europa sigue a niveles excesivamente elevados», aunque destacó que en el 2013 había 8 millones menos de puestos de trabajo que en la actualidad y que, por tanto, «la evolución es positiva». «Sin embargo, sigue habiendo injusticia social, y por eso es necesario trabajar en los derechos sociales europeos como uno de los pilares fundamentales», argumentó. «Europa no es suficientemente social y hay que cambiarlo», apostilló.

El político luxemburgués dijo que esa era la razón por la que la CE había propuesto la directiva sobre trabajadores desplazados, teniendo en cuenta que «el mercado interior no es un lugar en el que se pueda explotar a los trabajadores». «Europa no es el lejano Oeste, sino una economía en la que no existe el dumping social», consideró. «Estas condiciones equitativas» implican igualmente «proteger contra carteles o abusos de grandes empresas», añadió. «Cada una, independientemente de su tamaño, tiene que pagar impuestos allí donde consigue beneficios», deslizó, en clara alusión a la última decisión de Bruselas sobre Apple, en la que ha pedido a Irlanda recuperar 13.000 millones de euros de impuestos no pagados (más intereses) por el gigante tecnológico estadounidense. Su Comisión, prometió, luchará «contra la evasión fiscal». Aseguró que ahora están dando resultados concretos.