Al Asad desata un infierno en Alepo

Laura Fernández Palomo AMÁN / CORRESPONSAL

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Vecinos se pasan el cuerpo de una niña sacada de los escombros de un edificio bombardeado en el barrio de Al Marja.
Vecinos se pasan el cuerpo de una niña sacada de los escombros de un edificio bombardeado en el barrio de Al Marja. AMEER ALHALBI | AFP

Cerca de un centenar de civiles mueren en una brutal ofensiva de la aviación siria y rusa, preludio de una operación terrestre contra los barrios rebeldes de la ciudad

24 sep 2016 . Actualizado a las 12:21 h.

Los llantos de una niña que salen de los cascotes de un edificio derruido por los bombardeos alertan a los voluntarios. Van retirando los escombros a puñados y con cuidado para no dañar a la pequeña atrapada. Al menos está viva. El infierno que desató ayer la aviación de Bachar al Asad y sus aliados rusos sobre los barrios rebeldes de Alepo deja casi un centenar de muertos, la gran mayoría civiles y entre ellos una decena de niños. La brutal ofensiva aérea sobre la antigua capital comercial de Siria es el preludio de la operación terrestre anunciada por Damasco para «liberar Alepo».

«Decenas de desaparecidos siguen bajo los escombros», aseguraba ayer a La Voz, Ibrahim Hajj, portavoz de la Defensa Civil Siria (DCS), cuando la entrada de la noche comenzaba a dificultar los trabajos de rescate. Más de 40 edificios, entre ellos tres de las cuatro sedes de DCS, conocidos como lo cascos blancos, han sido destruidos y los proyectiles han dañado las canalizaciones de agua. «La situación humanitaria es horrible, no hay medicinas, ni comida, ni nada que beber», relata Hajj desde el este de Alepo, que recibió ayer hasta 140 ataques. Ambulancias, vehículos y centros médicos han quedado inutilizados.

El balance de muertos asciende a al menos 91 personas, según el director de uno de los hospitales, Hamza al Jatib. «Es una aniquilación en todos los sentidos de la palabra», declaró el director de Defensa Civil en la ciudad, Ammar al Selmo, a la agencia Reuters. «El bombardeo ha sido el más violento y con un mayor número de aviones», relató. Entre las víctimas están quince civiles, de los cuales once eran menores de edad y varios miembros de la misma familia, en el pueblo de Shaqatin, en la periferia occidental de Alepo, controlada por la oposición, informa Efe.

Los civiles atrapados piden que se abra un corredor para poder huir de los ataques. «La gente está esperando la misericordia de Dios. Nadie sale de su casa. Solo quieren un corredor humanitario para salir y nada más, quieren una carretera para abandonar Alepo», suplicaba Ibrahim Hajj.

Los 300.000 personas que resisten en las zonas asediadas por las fuerzas prorrégimen no han recibido la asistencia humanitaria comprometida en alto el fuego acordado por EE.UU. y Rusia, porque Damasco la mantiene bloqueada en la frontera turca.

Los planes militares

El régimen de Bachar al Asad se apresta a iniciar la ofensiva final sobre Alepo, después del fracaso de la tregua. Damasco anunció que a la arremetida aérea, donde está participando Rusia al tiempo que negocia con EE.UU., seguirá una ofensiva terrestre para retomar la parte de la ciudad en manos de los rebeldes. «Empezamos las operaciones de reconocimiento y los bombardeos aéreos y de artillería pueden durar horas o días, dependiendo de la situación en el terreno y de las pérdidas de los terroristas», aseguró una fuente militar. 

La comandancia de las operaciones militares en Alepo pidió a los civiles que se mantengan alejados de «las posiciones de los grupos terroristas», según la agencia oficial siria. Damasco califica como terroristas a todos los rebeldes sin distinción. Sin embargo, sus ataques arrasan vecindarios enteros. «Lo que está pasando es que Alepo es atacada y todo el mundo retomó las armas», declaró el jueves en Nueva York el enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura. El Ejército oficial pidió a los civiles que quisieran dejar la urbe que se dirigieran al sector progubernamental y garantizó que no serían detenidos, pero los vecinos no se atreven a cruzar por miedo a posibles represalias.

El fracaso de las potencias

Las escasas posibilidades de retomar el alto el fuego se esfumaron ayer tras la breve reunión de los jefes de la diplomacia de EE.UU. y Rusia, John Kerry y Serguéi Lavrov, ayer en Nueva York. Era el enésimo intento, tras la reunión del jueves del Grupo Internacional de Apoyo a Siria. Washington y Moscú han sido incapaces de superar sus diferencias y la tregua que lograron pactar forma ya parte de la larga lista de intentos fracasados de alto el fuego en esta guerra.