La reportera que zancadilleó a unos refugiados, galardonada con un premio

La Voz

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Petra Laszlo es editora de un documental que recibió este reconocimiento en un festival de cine

20 oct 2016 . Actualizado a las 17:13 h.

De ser la más odiada a recibir un premio por un documental. Es lo que le ha ocurrido a Petra Laszlo, la reportera húngara que puso la zancadilla a unos refugiados hace un año en la frontera de Hungría y Serbia.

Del abucheo generalizado que recibió tras su acción contra los refugiados (grabada en un vídeo que se hizo viral) y por la que fue acusada hace unas semanas de vandalismo, ha pasado a recibir el reconocimiento por su participación como editora en el documental Foreign To The Nation, que trata sobre la revolución húngara de 1956, según recoge The Financial Times

Hace poco más de un año, las imágenes de Petra Laszlo, que trabajaba como cámara para una televisión cubriendo la llegada masiva de refugiados, dieron la vuelta al mundo cuando puso la zancadilla a un refugiado que viajaba con su hijo en brazos e hizo que cayeran al suelo. El clamor general provocó que fuese despedida de su puesto de trabajo. Finalmente un tribunal húngaro ha rebajado la imputación de Petra Laszlo a un simple vandalismo, ya que no considera su acción como un crimen de odio por motivos raciales.

Hay que recordar que la reportera mientras «grababa golpeó a un hombre en la espinilla con un rápido golpe con su pie derecho y también golpeó a una chica alrededor de la rodilla con su pie derecho».

Petra Laszlo afirmó que sufrió un ataque de pánico y pidió perdón por lo ocurrido. Además aseguró al diario Magyar Nemzet que sentía remordimientos por lo ocurrido. «Estoy prácticamente en shock por lo que hice y lo que se me ha hecho», afirmó. «No soy una persona sin corazón o racista (...) soy una mujer, una madre de niños pequeños, que desde entonces ha perdido su empleo y que tomó una mala decisión en pánico», añadió, según recoge Europa Press.

Uno de los refugiados a los que golpeó era un entrenador de fútbol sirio, Osama Abdul Mohsen, que se instaló meses después en España junto a su hijo después de que una escuela de fútbol le ofreciera trabajo.