Monos recuperan la movilidad con un implante cerebro-médula

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

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Zurich

El sistema descodifica las señales que ordenan el movimiento

25 abr 2019 . Actualizado a las 19:44 h.

Un equipo de científicos de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza) ha conseguido recuperar la movilidad de las piernas de dos macacos reshus que estaban afectadas por una lesión parcial de la médula espinal. Lograron recuperar el control de las extremidades -en cada caso estaba una dañada- mediante un dispositivo de comunicación inalámbrico, un interfaz, que conecta el cerebro con la región de la médula que presenta deficiencias. La técnica supone un paso muy importante para avanzar en el desarrollo de tecnologías que posibiliten la movilidad de las personas con lesiones medulares. De hecho, una parte del sistema ya ha empezado a probarse en un estudio de viabilidad en humanos con una lesión parcial de la médula espinal, aunque todavía quedan años para ensayarlo en pacientes reales.

El avance, denominado interfaz neuroprotésico y que ha sido publicado en la revista científica Nature, se ha desarrollado en colaboración con la firma electrónica Medtronic y con otras instituciones de Europa y Estados Unidos. «Por primera vez, puedo imaginar a un paciente completamente paralizado ser capaz de mover sus piernas a través de esta interfaz cerebro-columna vertebral», asegura Jocelyne Bloch, neurocirujana del Hospital Universitario de Lausana, que ha participado en un trabajo liderado por el neurólogo Grégoire Courtine

«Desarrollamos -explica este último- un sistema inalámbrico implantable que funciona en tiempo real y que permite que el primate se pueda mover sin las restricciones de los cables. Desciframos las señales cerebrales que codifican movimientos de flexión y extensión de la pierna con un algoritmo matemático. Después utilizamos estas señales para estimular puntos concretos en la médula». Los dos primates recuperaron el control de su pierna paralizada después de la activación de la interfaz cerebro-médula. Este sistema descodifica señales procedentes de la zona de la corteza motora que ordena el movimiento, que a su vez estimulan unos electrodos implantados en puntos clave de la médula espinal inferior, que regula la flexión y extensión de los músculos de las piernas. 

Aún habrá que esperar

Este procedimiento, a juicio de los científicos, también debería funcionar para lesiones más graves, con la ayuda de agentes farmacológicos.

Uno de los monos recuperó parcialmente el uso de su pata paralizada en la primera semana luego de la implantación del dispositivo, sin necesidad de terapia. El otro necesitó dos semanas para lograr el mismo resultado. Según el científico Andrew Jackson, de la Universidad de Newcastle (GB), citado por Nature para valorar el hallazgo, es posible «que se puedan realizar los primeros ensayos clínicos en el hombre antes de que finalice esta década». 

Es una opción real, aunque Grégoire Courtine prefiere mantener la cautela. «Quedan muchos desafíos por delante -dice- y pueden transcurrir varios años antes de que todos los componentes de esta intervención puedan ser probados en personas». Este investigador ya había liderado en el 2012 un proyecto que permitió que ratas paralizadas volvieran a caminar mediante el uso de un arnés robótico y un tratamiento electroquímico.