Obama y Merkel reclaman a Trump que mantenga la firmeza ante Rusia

Rosa Paíno
rosa paíno REDACCIÓN / LA VOZ

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TOBIAS SCHWARZ

El presidente afirma que, si él fuera ciudadano alemán, votaría por la canciller

18 nov 2016 . Actualizado a las 07:31 h.

Barack Obama aprovechó su último viaje a Berlín como presidente para alabar a Angela Merkel como «una socia extraordinaria», a la que votaría si fuera alemán, y para enviar al alimón con ella un mensaje a Donald Trump en relación con Vladimir Putin. «Confío en que el presidente electo se mantenga firme frente a Rusia cuando se desvíe de nuestros valores y de las normas internacionales», declaró ante la atenta mirada de la canciller. También dejó una advertencia para las democracias occidentales ante el auge populista: «No dar por sentado nuestro sistema de gobierno y nuestro modo de vida». «La democracia es un trabajo duro», dijo.

Trump fue una presencia constante en la comparecencia ante la prensa. Obama valoró el hecho de que su sucesor quiera acercarse de nuevo a Rusia -no ahorró halagos hacia el fuerte liderazgo de Putin-, pero advirtió de que hay importantes cuestiones en las que ambos países difieren, entre las que mencionó Siria y Ucrania.

Lo que es verdad o no

Sin nombrar directamente a su sucesor, criticó el tono que está tomando el discurso político en su país: «Si no somos serios sobre los hechos y lo que es verdad y lo que no lo es, sobre todo en la era de las redes sociales, si no podemos discriminar entre argumentos serios y propaganda, entonces tendremos problemas». También advirtió de que si los partidos siguen aferrados a «puntos de vista absolutistas» y se niegan a comprometer, entonces «la democracia se romperá».

En su sexta visita como presidente a Alemania, Obama alertó de la necesidad de que todos los países de Europa sigan luchando para mantener unida la UE, de la que dijo que «es uno de los mayores logros del mundo». También advirtió del desarrollo de un «nacionalismo tosco», que se de debe diferenciar, insistió, de un «buen patriotismo». «Las personas tienen que hacer frente a un cambio muy rápido en un mundo globalizado, que también trae inseguridad», reconoció el mandatario.

La comparecencia pública con Merkel duró cerca de una hora y en la misma quedó patente la buena sintonía entre ellos después de ocho años pues no ahorraron elogios mutuos. Así, interrogado sobre la posibilidad de que Merkel aspire a un cuarto mandato consecutivo, Obama dijo sin tapujos: «Yo votaría por ella si fuera un ciudadano alemán». Ninguno de los dos obvió que han tenido momentos «difíciles», en referencia a la tensión desatada tras desvelarse los programas de espionaje estadounidense en suelo alemán, pero optaron por poner en valor la colaboración y los acuerdos alcanzados, confiando siempre en que en el presidente electo de EE.UU. no los haga peligrar.

Así, la dirigente alemana insistió en que trabajará por contar con una estrecha cooperación con Trump y se comprometió a aumentar el gasto en defensa, afirmando que su Gobierno había «entendido» los mensajes de Washington en esa dirección.

Aunque esta es la última visita oficial a Alemania, Obama avanzó que «no será la última» a título personal. «Me he perdido el Oktoberfest, que probablemente es algo que haré mejor como ex presidente que como presidente. Me divertiré más». Hoy será despedido en la cumbre organizada en su honor por Merkel con Mariano Rajoy, François Hollande, Matteo Renzi y Theresa May.