La jueza reprende a Lagarde por conceder 45 millones por daños morales a un empresario afín

ALEXANDRA F. COEGO PARÍS / CORRESPONSAL

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MARTIN BUREAU

La directora del Fondo Monetario Internacional está presuntamente relacionada con una malversación de fondos públicos de 404 millones de euros

14 dic 2016 . Actualizado a las 07:40 h.

El Palacio de Justicia de París fue ayer el escenario de un choque entre dos mujeres de inmenso poder. En el banquillo de los acusados, Christine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI) y exministra de Finanzas de Francia. En el tribunal, Martine Ract Madoux, presidenta de la Corte de Justicia de la República. La acusada entró en la imponente sala (la misma en la que se juzgó a María Antonieta) poco después de las dos de la tarde. El juicio se anunció tenso cuando la magistrada le recordó a Lagarde su derecho a permanecer en silencio, a lo que respondió: «No tengo intención de callarme».

Ract Madoux interrogó a Lagarde, entonces ministra de Economía de Nicolás Sarkozy, sobre un arbitraje que autorizó en el 2008 y que acabó con una malversación de fondos públicos de 404 millones de euros a favor del empresario Bernard Tapie. Incluidos en el pago iban 45 millones de euros por daños morales. «El centro de este caso es un pago por daños morales de 45 millones de euros cuando el pago por daños morares por la muerte de un niño es de 30.000 a 50.000 euros, ¡es colosal!», exclamó la presidenta de la Corte. «¡Es como un puñetazo en el estómago, debería haberos hecho reaccionar!», añadió indignada, precisando que a Lagarde le correspondía verificar con sus servicios el desorbitado pago tras el arbitraje. «Qué habría cambiado a nivel jurídico», respondió a la defensiva la exministra.

Una vez llamada a declarar, la directora del FMI pronunció un agitado discurso en contra de la comisión de instrucción. «Estoy profundamente consternada por los atajos, las aproximaciones, la teoría del complot imaginario, la agresividad de tono contra mí, el recelo que transpira este escrito de acusación, en el que nadie que haya trabajado conmigo puede reconocerme», manifestó.

Madoux trató de interrumpirle, precisándole que ya tendría tiempo después para litigar, pero Lagarde no se detuvo. «Le agradecería que me escuchase», replicó. «¿He sido negligente? No. Y me dedicaré a convencerles con el vigor de mi consciencia y de mi insurrección», agregó. 

Un error muy caro

La justicia francesa debe determinar esta semana si Christine Lagarde permitió por negligencia una millonaria malversación de fondos públicos en beneficio Bernard Tapie. Lagarde, entonces ministra de Economía bajo la presidencia de Nicolas Sarkozy, es acusada de haber autorizado «a la ligera», según los investigadores, un arbitraje privado para resolver una disputa entre el empresario y el banco Crédit Lyonnais (actualmente LCL). Cuando los árbitros fallaron en favor de Tapie, Lagarde renunció «un poco rápido» a recurrir la sentencia, que adjudicó al expropietario del club de fútbol de Marsella más de 400 millones de euros provenientes de fondos públicos. Los investigadores sospechan que el proceso fue amañado para favorecer a Tapie, que apoyó a Sarkozy durante las elecciones que le dieron la presidencia en 2007, a pesar de que la Corte reconoce que Tapie y Lagarde no se conocen. La directora del FMI se arriesga a una pena de un año de cárcel y 15.000 euros de multa. Con ella, ya son tres los directores del FMI que han tenido problemas judiciales.