Su reputación salva a Lagarde, culpable de negligencia, de ir a prisión

alexandra F. Coego PARÍS / CORRESPONSAL

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La junta ejecutiva del FMI expresa su «plena confianza» en su directora

20 dic 2016 . Actualizado a las 07:53 h.

La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha sido declarada culpable de «negligencia» por una malversación de fondos públicos que se produjo cuando era ministra de Economía de Nicolas Sarkozy en el año 2007. Pese a ello, el tribunal que la juzgaba decidió evitarle la condena de un año de prisión y los 15.000 euros de multa que llevaba aparejada la acusación.

La sentencia puso fin a una semana de juicio en el que Lagarde mantuvo su inocencia y que desconocía el fraude. La entonces ministra autorizó un arbitraje para resolver una disputa legal entre el hombre de negocios, Bernard Tapie, y el ya desaparecido banco público Crédit Lyonnais, yendo en contra de las recomendaciones ministeriales. Al final del proceso, el panel de árbitros aprobó el pago al empresario de 403 millones de euros (provenientes de fondos públicos), de los cuales recibió 45 en concepto de daños morales. La aún directora del FMI, de 60 años, estaba acusada de negligencia en dos delitos: el de aceptar el arbitraje y el de no cuestionar la desorbitada suma concedida a Tapie. 

En su veredicto, el tribunal, creado en 1993 para poner fin a la impunidad de los ministros y formado por tres magistrados, seis senadores y seis parlamentarios, no declaró culpable a Lagarde de optar por el arbitraje pero sí de «negligencia» al no apelar la decisión del panel de árbitros. Según Martine Ract-Madoux, presidenta del tribunal, Lagarde debió haber indagado más en «una sentencia tan chocante como esta». Su negligencia fue «una de las causas determinantes» del pago millonario, que fue declarado fraudulento el año pasado por una corte de París.

Pese a ello, el tribunal no condenó a Lagarde ni registrará antecedentes penales en su trayectoria debido a su «reputación internacional» y a que, en la época del incidente, se encontraba manejando «una crisis financiera internacional». El tribunal ya había recordado en varias ocasiones durante el juicio que Lagarde no conocía personalmente a Tapie, si bien los investigadores sospechaban que el descomunal pago pudo resultar de un acuerdo ilícito entre él y el entonces presidente Nicolas Sarkozy, a quien apoyó durante las elecciones de 2007. Aguantando las lágrimas, Lagarde dijo ante el tribunal que «estos cinco días de juicio han puesto punto y final a una dura experiencia de cinco años para mi pareja, mis hijos, mis hermanos, que están aquí, en esta sala». «En este caso, al igual que en los otros casos, actué con confianza y la consciencia tranquila, con la única intención de defender el interés público», argumentó. 

La directora del FMI contó en todo momento con el apoyo del actual Ejecutivo francés, aunque aquí nadie olvida que el caso llegó a los tribunales como consecuencia de una denuncia de los socialistas, entonces en la oposición. El fiscal incluso solicitó su absolución tras haberse mostrado en contra de llevar el caso al tribunal, ya que lo consideraba «muy débil». Tras el veredicto, el Gobierno de Hollande se ha mostrado favorable a que mantenga su posición en el FMI. Además, recuerda que la decisión judicial se refiere a «hechos anteriores a la asunción de la función de Lagarde al frente del FMI».

La junta ejecutiva del FMI anunció anoche en un comunicado que expresa su «plena confianza» en Lagarde pese a su condena en Francia. Hasta el momento la entidad había defendido a su directora, aunque se temía que la declaración de culpabilidad cambiara las cosas.