Los niveles de contaminación aún son elevados en la capital
31 dic 2016 . Actualizado a las 10:36 h.El Ayuntamiento de Madrid permitirá este sábado aparcar en todas las zonas del Servicio de estacionamiento Regulado (SER), pero mantendrá la limitación de la velocidad a 70 kilómetros por hora en la carretera de circunvalación M-30 y los accesos a la ciudad.
El Ayuntamiento dio a conocer que todavía persisten niveles de polución «elevados», aunque ayer no se superaron los 180 microgramos por metro cúbico de dióxido de nitrógeno en dos estaciones de una misma zona durante dos horas seguidas.
Por este motivo, este sábado se reduce el protocolo contra la contaminación al escenario 1, que permite la circulación y aparcamiento en toda la capital, aunque se mantiene la limitación de velocidad a 70 kilómetros por hora en la M-30 y en los tramos de las carreteras de acceso a Madrid comprendidas en el interior de la M-40 y en las vías de acceso a la urbe en ambos sentidos.
No obstante, el Ayuntamiento ha advertido de que sigue «muy pendiente de la evolución de los niveles de contaminación», ya que «la previsión meteorológica sigue siendo desfavorable para los próximos días. En este sentido, ha vuelto a recomendar la utilización del transporte público y el uso compartido del vehículo privado para aquellas personas que no tengan más remedio que desplazarse en él. El equipo de Gobierno de Manuela Carmena agradeció la colaboración de los ciudadanos durante los pasados días, especialmente por su esfuerzo realizado durante el jueves, cuando por primera en la historia se decretó en una ciudad española la restricción de la circulación a la mitad de los vehículos en el centro de la capital.
«Más listos que la OMS»
Más crítica con la medida, y en su línea habitual de los últimos días, se mostró la portavoz el Grupo Municipal del PP en el Ayuntamiento de Madrid, Esperanza Aguirre, quien reiteró ayer que «no le temblaría el pulso» al tomar medidas restrictivas para reducir la contaminación, pero ha criticado que el gobierno municipal baje los límites y cambie la ley «creyéndose más listos que la OMS».