Soy un regalo de Reyes

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PACO RODRÍGUEZ

Se llama Reyes porque nació el 6 de enero, tras la madrugada con más creyentes del año. «Yo tengo una estrella», asegura. Sí, suele encontrar a la primera sitio para aparcar

06 ene 2017 . Actualizado a las 12:57 h.

Reyes fue un regalo de Reyes. Hace ya 46 años (47 en unos días), su madre se puso de parto la madrugada con más fieles, la del 6 enero. La cosa empezó a las 3.00, cuando su madre, que no era primeriza, se dio cuenta de que algo la empezaba a empujar al hospital. Los Reyes tuvieron el tiempo justo para dejar los regalos. «Yo llegué a las ocho de la mañana», cuenta Reyes. Después de una larga noche abrió los ojos al mundo la que, en principio, iba a llamarse Mar.

IDEA DE LA MATRONA

En aquella época lo del sexo del bebé no se sabía con ecografías de antelación. Pero el caso es que, en este hogar, si salía niño iba a ser Antonio y si era niña Mar, el nombre que le gustaba a mamá. Los Magos de Oriente se cruzaron. O una comadrona con una sugerencia original: «‘La podían llamar Reyes, que es un nombre muy bonito...’, les dijo a mis padres. Así que mis padres cambiaron de opinión».

Reyes ha conocido a otras Reyes, pero a otra que naciese el día de Reyes no. «Tengo una compañera de trabajo que nació el 6 de enero, pero no se llama Reyes». Curioso. «Sí. Nos turnamos para llevar los pastelitos».

La víspera de su cumple es la noche del año que más le gusta a Reyes. «No sé si esa noche o la de San Juan...», duda. «De niña me encantaba porque siempre íbamos a cenar en familia. Ahora de mayores nos seguimos juntando, pero de pequeños era muy especial, íbamos a comprar las golosinas para dejarles a los Reyes, en casa poníamos agua para que bebiesen los camellos... hasta recuerdo encontrar paja en el salón, jajaja. Y siempre hacíamos nuestras cartas, diciendo que habíamos sido muy buenos». ¿Restó magia el paso del tiempo a esa noche? «Sigue siendo especial, porque al ser mi cumpleaños el día 6 es raro que los amigos lo olviden».

MOMENTO CARBÓN

No deja de asombrarnos la fuerza de la casualidad. «Mi hermana nació el día que se casaron mis padres», cuenta Reyes. Solo que años después. «Mi madre, que era hija única -recuerda-, siempre quiso tener familia numerosa, la tuvo y se volvía loca las noches de Reyes. Bueno, toda la Navidad es ‘la casa por la ventana’. Cada año ella compra algo nuevo, pero nunca quita lo anterior», comparte este regalo de hija. Reyes nunca se quedó con la espinita de un regalo que no fue. «Los Reyes siempre me traían lo que pedía». Normal, un honor. «Pero solo a mí. A mí y a mis hermanos. Aunque también recuerdo el año que me trajeron carbón». (Sí. También yo lo recuerdo, quiero decir que recuerdo no sé si el año, pero sí el sabor que me dejó el carbón. Yo no quería que lo viesen mis padres. ¡Lo escondí!, le cuento). «Yo lloré -comenta-. Aún recuerdo el saco del carbón en el neceser del Nenuco, que era azul. Tengo esa imagen: la del saco de carbón encima del neceser azul del Nenuco».

Aunque ella los tiene a los tres, su preferido entre los Magos es «¡el pelirrojo!». Ese es Gaspar, a pesar de que en este caso posa junto a Baltasar. ¿Qué les pide este año Reyes a los Reyes? «Ay, ¡que me quede como estoy! No soy muy ambiciosa, pero valoro este momento, valoro lo que tengo», dice.

Reyes sigue celebrando su día. «Hay algo que digo siempre, y hasta ahora no había pensado que estuviese relacionado con los Reyes... Yo siempre digo que tengo una estrellita, mi estrellita», revela. ¿Y cómo te guía? «Suelo tener suerte para aparcar. Cuando aparco en la puerta de casa, mi madre siempre dice: “Es tu estrella”».

Para ella el día de Reyes no es, eso sí, una cabalagata de casa en casa. «Todas las fiestas son en casa de mi madre (bueno... o en la de mi suegra). Pero el 6 de enero celebramos mi cumpleaños en casa de mi madre». Con chocolate con churros y un roscón que suele estar lleno de monedas, que su padre se cuida de encargar a las magos pasteleros que hacen dulce la Navidad.