Tejerina reorganiza la rama pesquera del ministerio para afrontar el «brexit»

e. abuín / s. serantes REDACCIÓN / LA VOZ

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Angel Díaz | EFE

Sitúa en el caladero nacional y aguas comunitarias a un experto negociador internacional

07 feb 2017 . Actualizado a las 08:09 h.

A cuentagotas y espaciados, pero sin pausa alguna. La revolución en el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (Mapama) está siendo tranquila, pero revolución al fin y al cabo. Isabel García Tejerina sigue moviendo fichas en todas las habitaciones de una casa que arrancó la legislatura en el más absoluto continuismo para, poco a poco, ir reorganizándose.

En el ala pesquera, el cambio más sonado fue el que hace algo más de dos semanas relevó de la Secretaría General de Pesca al gallego Andrés Hermida para sentar en el despacho principal de la madrileña calle Velázquez, donde está la sede, a Alberto López-Asenjo, que hasta entonces aconsejaba sobre esta materia al embajador de España en Francia. Y aunque en la siguiente línea del organigrama, cosas y caras siguen estando donde estaban -con el ferrolano Carlos Larrañaga al frente de la Dirección General Ordenación Pesquera y el zaragozano José Manuel Corvinos llevando la de Recursos Pesqueros y Acuicultura-, sí se están produciendo cambios a nivel de subdirecciones generales. En concreto, en las que penden de la dirección general de la que se encarga Corvinos.

Podría decirse que se trata de un cambio amable, puesto que no hay ceses como en el que ha enviado de vuelta a Santiago a Andrés Hermida, pero que ilustra las prioridades que marcarán la agenda pesquera de esta legislatura.

Ramón de la Figuera, que desde el 2014 se encargaba de la ordenación del sector pesquero que opera en aguas comunitarias y nacionales, así como del impulso y coordinación de la actividad acuícola, será sustituido en ese cometido por Rafael Centenera, que como subdirector general de acuerdos y organizaciones regionales de pesca (ORP) tenía encomendada la participación en las negociaciones de pactos pesqueros y elaborar censos y repartir cuotas entre los barcos que operan en aguas internacionales reguladas por alguna ORP.

Intercambio

A partir de ahora, esas tareas de la flota que opera en aguas internacionales estarán a cargo de Ramón de la Figuera -que se queda también con las riendas de acuicultura-, mientras que Centenera pasa a ocuparse del caladero nacional y de las aguas comunitarias.

Fuentes del sector perciben que tras este cambio que se supone tranquilo subyace la intención del ministerio de prepararse para afrontar las negociaciones del brexit y, sobre todo, centrarse en el caladero nacional. Y es que según apuntan desde las organizaciones pesqueras, Centenera, veterano en la institución, es «uno de los que más saben de pesca de la Secretaría». Y acumula mucha experiencia en Bruselas, más que De la Figuera, al que, no obstante, también consideran bien preparado para afrontar los retos. La estrategia de situar a expertos curtidos en Bruselas para afrontar las conversaciones del brexit encajaría con los motivos que en su día se apuntaron para justificar el relevo en primera línea de la Secretaría General de Pesca.

Menos explicación encuentran al nombramiento bajura y litoral, segmentos en los que Centenera no es tan conocido. Confían, sin embargo, que esos conocimientos en pesca pongan por fin orden en el Cantábrico, con una sucesión de planes anulados, denunciados, recurridos y reelaborados, y con una situación sangrante como es la competencia desleal que sufren por parte de la flota portuguesa en virtud del acuerdo firmado entre España y el país vecino, apunta Torcuato Teixeira, secretario xeral de Pescagalicia.