Unas reformas que necesitan consenso para dar un nuevo impulso al debate

j. m. p. REDACCIÓN / LA VOZ

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Jose Manuel Casal

Los expertos en seguridad vial coinciden en que es necesario plantear una renovación del sistema actual por medio del consenso

06 mar 2017 . Actualizado a las 08:26 h.

La conducción bajo los efectos del alcohol, el consumo de drogas y los grandes excesos de velocidad son las infracciones que se llevan la mayoría de los puntos. Están castigadas con entre 4 y 6 créditos, pero no son las únicas que se encuentran recogidas en el catálogo de sanciones que la nueva DGT está analizando para estudiar los cambios necesarios que permitan mantener la eficacia del permiso por puntos.

Los expertos en seguridad vial coinciden en que es necesario plantear una renovación del sistema actual, pero solo para darle impulso y volver a meterlo en el debate social de la seguridad vial. Y también coinciden en la necesidad de que cualquier modificación que se plantee sea por medio del consenso entre los grupos políticos y los sectores implicados en la seguridad vial. Pere Navarro, que introdujo el permiso por puntos en España cuando dirigía la DGT, advierte de la necesidad de ese consenso: «Ojo, el permiso por puntos va bien, y este país tiene muchas veces la tentación de arreglar lo que va bien en vez de lo que va mal. La gran potencia que tuvo el carné por puntos fue el consenso, en un país en el que todo es blanco o negro».

A pesar de que había críticas desde algunos sectores, lo cierto es que el permiso por puntos entró en el juego del tráfico en el año 2006 con el respaldo de la mayoría de los grupos políticos, pero también de las asociaciones de conductores y, sobre todo, de las víctimas de accidentes de tráfico, que buscaban una visibilidad que no habían tenido hasta ese momento. Ese apoyo es el que busca también el actual Gobierno para ejecutar su política de seguridad vial. El propio ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, se puso al frente del proyecto que permita retomar la senda del descenso de accidentes y de muertes que se truncó en el 2016. El ministro, que perdió a un hijo en un accidente de tráfico, se comprometió en sede parlamentaria a buscar ese consenso para mejorar la seguridad vial. Y así se lo transmitió al director de la DGT, Gregorio Serrano, que ha revitalizado el Consejo Superior de Tráfico, del que forman parte la DGT, la Guardia Civil, los ayuntamientos, los centros de investigación y las organizaciones de conductores. Este órgano tiene el cometido de buscar las soluciones. Siempre con consenso.