Las acusadas de asesinar al hermano de Kim Jong-un insisten en que fueron víctimas de un engaño

EFE

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MANAN VATSYAYANA | afp

Su defensa señala que son «cabezas de turco». Las autoridades aún buscan a cuatro hombres norcoreanos sospechosos de ser cómplices de las mujeres

13 abr 2017 . Actualizado a las 09:40 h.

La indonesia Siti Aisyah y la vietnamita Doan Thi Huong, acusadas del asesinato en Kuala Lumpur de Kim Jong-nam, hermano del líder norcoreano, Kim Jong-un, son «cabezas de turco», señaló el abogado malasio Gooi Soon Seng.

Gooi, jefe de la defensa de la acusada indonesia, reivindicó la inocencia de Aisyah, quien compareció junto con Huong en un tribunal en Sepang, al sur de Kuala Lumpur, según el canal Channel News Asia. El letrado criticó a la Policía malasia por haber dejado viajar a Pyongyang a un norcoreano identificado como James, implicado por Aisyah en la muerte de Kim Jong-nam el pasado 13 de febrero en el aeropuerto internacional de Kuala Lumpur. «James es central para nuestra defensa», reprochó el abogado.

Tran Huy Hoang, primo de Huong, defendió también junto a la sede del tribunal la inocencia de la acusada vietnamita, de quien dijo que fue «engañada» e insistió en que no debería ser descrita en los medios como una «asesina».

El juez Harith Sham Mohamed Yasin, del tribunal de Sepang, anunció que las partes volverán a citarse el próximo 30 de mayo, después de que la Fiscalía señalara que necesita más tiempo para preparar toda la documentación. 

Kim Jong-nam murió poco después de ser abordado por la indonesia y la vietnamita, que le frotaron el rostro con un potente agente tóxico en una acción que Corea del Sur atribuyó a agentes norcoreanos. Las dos mujeres, que aseguran que fueron víctimas de un engaño -mantienen que les dijeron que se trataba de un broma para un programa de televisión-, fueron detenidas en los días siguientes y el 1 de marzo se las acusó de asesinato.

Los cuatro norcoreanos a los que la Policía busca y acusa de planear el crimen se cree que huyeron a Corea del Norte, que ha negado su participación en el asesinato y ha acusado a Corea del Sur, país con el que técnicamente sigue en guerra, de confabular con Malasia.

Las autoridades permitieron salir del país el 31 de marzo a otros tres norcoreanos a los que buscaba en relación con el crimen, incluidos Hyon Kwang Song, segundo secretario de la Embajada de Corea del Norte en Kuala Lumpur, y Kim Uk Il, empleado de la aerolínea estatal norcoreana Koryo.

Kim Jong-nam, cuya existencia como hijo del fallecido líder Kim Jong-il nunca fue notificada públicamente en Corea del Norte, estuvo en su momento considerado como el favorito para heredar la jefatura del régimen norcoreano, aunque cayó en desgracia en torno al 2001. Los últimos años vivió exiliado en China, principalmente en Macao, adonde regresaba cuando le asesinaron en Kuala Lumpur.