Ju-ae aparece por primera vez en unos sellos y las autoridades han pedido a las norcoreanas con su nombre que se lo cambien. Cada gesto apunta a que será la heredera
Alegoría. Kim Jong-un regaló dos pungsan al entonces presidente surcoreano, como símbolo de amistad y cooperación, pero acaban de ser abandonados por su dueño
La Casa Blanca advierte que «cualquier ataque nuclear de Pionyang contra Washington o sus aliados y socios sería inaceptable y resultaría en el final del régimen