La campaña de Macron, víctima de los «hackers» rusos que atacaron a Clinton

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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STRINGER | AFP

Los dos aspirantes al Elíseo se evitaron en el acto de homenaje al policía asesinado

26 abr 2017 . Actualizado a las 07:24 h.

«No hay nada hecho» hasta el 7 de mayo. François Hollande volvió ayer a alertar contra un triunfo de Marine Le Pen. En su opinión, no se ha tomado conciencia de lo que pasó en la primera vuelta electoral y, apuntando hacía la euforia triunfalista de Emmanuel Macron, dijo: «Cada voto hay que ganárselo, merecerlo». El presidente invitó ayer a los dos aspirantes a sucederle a la ceremonia en homenaje al policía asesinado en los Campos Elíseos, Xavier Jugelé, la víctima número 239 del terrorismo yihadista que se ha ensañado en los dos últimos años con Francia.

A la advertencia de Hollande se une el peligro de una injerencia exterior. Concretamente la llegada desde Rusia. Ayer se confirmó lo que para muchos era un secreto a voces: la campaña de Macron fue pirateada por el grupo de hackers rusos Pawn Storm, el mismo que fue acusado de los ciberataques contra la candidata demócrata Hillary Clinton durante las elecciones de EE. UU. Los medios galos difundieron ayer el informe de Trend Micro, que detalla los ciberataques ocurridos entre mediados de marzo y mediados de abril contra el equipo de En Marcha!

La campaña del candidato centrista no se sorprendió por el informe. Ya a mediados de febrero había denunciado «cientos, incluso miles de ciberataques procedentes de las fronteras rusas». Pawn Storm son sospechosos de tener vínculos con los servicios de seguridad rusos y, según sus detractores, responden a la voluntad de Moscú de influir sobre las elecciones en Occidente.

El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, negó cualquier implicación rusa en la campaña francesa: «¿Qué grupos?, ¿De dónde vienen? ¿Por qué Rusia? Todo esto recuerda a las acusaciones vacías de Washington».

En el acto de homenaje al agente Jugelé, Macron y Le Pen evitaron saludarse y se mantuvieron a una veintena de metros de distancia. La ultraderechista se marchó nada más terminar el acto. El centrista se acercó a dar el pésame al marido de la víctima, que había pronunciado una emotiva elegía. Hollande destacó del policía su compromiso social y humanitario, que le llevó a participar en misiones de Frontex en Grecia, en el control de la sala Bataclan tras el atentado y en el concierto de Sting con el que se reabrió un año más tarde.

Frenética agenda

La ultraderechista se mantiene en constante movimiento, decidida a contradecir los sondeos que vaticinan su derrota, mientras Macron ha dejado para hoy su primer día de campaña. Dando por hecho su triunfo el día 7, ya está enfrascado en negociaciones políticas para conseguir una mayoría parlamentaria en las legislativas de junio, indispensable para gobernar.

Le Pen no tira la toalla, pese a que la dan por derrotada, con el 40 % de los votos. Se impone la prudencia, tras sondeos que ni vieron el triunfo del brexit ni el de Trump.

«Podemos ganar y, es más, vamos a ganar», afirmó. «Diez puntos, créanme, es perfectamente factible», declaró el lunes, poco antes de anunciar que temporalmente deja la presidencia del partido. Se zafa así de la etiqueta de líder del Frente Nacional (FN), para atraer electores normalmente ajenos a su discurso político, sobre todo entre los que votaron al conservador François Fillon y al izquierdista Jean-Luc Mélenchon.

El ganador deberá tejer una mayoría en las legislativas de junio para poder gobernar

El ganador del 7 de mayo, sea Emmanuel Macron o Marine Le Pen, deberá luchar por reunir una mayoría parlamentaria en las legislativas de junio que le permita gobernar y aplicar su programa. Ya en la noche electoral, Macron se comprometió a construir una mayoría de Gobierno y de nueva transformación, dado que su movimiento, En Marcha!, creado hace apenas un año, aún no tiene representantes en la Asamblea Nacional.

En su opinión, los franceses serán coherentes: «Si votan para elegirme presidente me darán una mayoría en la Asamblea». Jérôme Sainte-Marie, del instituto demoscópico Polling Vox, coincide con él: «Sea cual sea el presidente elegido, los franceses confirman» en el Parlamento la elección de su presidente. Macron tiene una ventaja, es compatible con una parte de la izquierda y una parte de la derecha.

Otros analistas en cambio no lo tienen tan claro. Macron «no tiene bastantes alianzas o acuerdos», considera Frédéric Sawicki, de la Universidad de la Sorbona.

Primeros movimientos

Los Republicanos ya mostraron su disposición a ganar en las legislativas e imponer una cohabitación al próximo presidente. «Tengo la sensación de que nuestras ideas siguen siendo mayoritarias», declaró presidente de Los Republicanos en la Asamblea Nacional, Christian Jacob, que llamó al centro y a la derecha a movilizarse. El Partido Comunista Francés (PCF) propuso ayer al movimiento de Francia Insumisa, del izquierdista Jean-Luc Mélenchon, a unir fuerzas de cara a las parlamentarias.