Un avión aterriza de emergencia en Santiago tras chocar contra unos pájaros

La Voz REDACCIÓN

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El vuelo VLG1291 cubría el trayecto A Coruña-Barcelona

29 jun 2017 . Actualizado a las 11:41 h.

El último avión de la noche en el aeropuerto de Alvedro, el vuelo de la compañía Vueling VLG 1291 con destino a Barcelona, sufrió ayer un percance nada más despegar del aeródromo coruñés. La aeronave tendría que haber comenzado su viaje a las 23.30, pero sufrió un retraso de casi una hora.

Tras despegar, ya pasada la vertical de la ría de Betanzos, los pasajeros y la tripulación notaron un fuerte ruido procedente del ala izquierda del aparato y después de unos segundos de incertidumbre se dieron cuenta de que la aeronave no cogía altura, cambiaba su inclinación y se estabilizaba.

Minutos después, el comandante del avión, un Airbus A320, informó a todos los que viajaban en la cabina que habían decidido cambiar de rumbo y dirigirse al aeropuerto de Santiago debido a que, supuestamente, uno o varios pájaros habían impactado contra el motor izquierdo de la aeronave. La tripulación informó al pasaje que mantuvieran la calma y que la situación estaba controlada.

Unos veinte minutos después el vuelo VLG 1291 tomaba tierra sin problemas en la pista de Lavacolla. Los pasajeros fueron trasladados a una zona de la terminal mientras los técnicos inspeccionaban el aparato y buscaban los restos de las aves en el motor izquierdo. Los responsables de la compañía informaron entonces a los pasajeros que el avión no podía volar, que era imposible lograr otro aparato y que la tripulación había consumido sus horas de vuelo, por lo que pidieron al pasaje que esperara noticias, ante la posibilidad de tener que pasar la noche en Santiago o ser trasladados por carretera hasta A Coruña para retomar posiblemente hoy el viaje a Barcelona en otro aparato suministrado por la compañía.

Algunos optaron por marcharse y otros permanecieron en el aeropuerto. Todos aseguraron que el vuelo tras el impacto fue tranquilo, que el avión iba planeando a poca altura, pero que no hubo momentos de pánico, y que el aterrizaje se realizó sin incidentes. Ya de madrugada, Vueling abrió las oficinas para entregar tiques de taxi y de hotel para los que optaron por quedarse en la ciudad.