Trump y Kim elevan el riesgo de guerra

SARA R. ESTELLA PEKÍN / E. LA VOZ

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JUNG YEON-JE | AFP

Piongyang amenaza con atacar Guam mientras Washington presume de arsenal nuclear

10 ago 2017 . Actualizado a las 07:40 h.

Horas después de que Corea del Norte amenazara con un ataque a la isla de Guam, Donald Trump mantenía su pulso dialéctico con Kim Jong-un, elevando varios grados el riesgo de una guerra. El estadounidense alardeó en Twitter de que una de sus primeras órdenes como presidente fue modernizar su arsenal nuclear y «ahora es mucho más fuerte y más poderoso que nunca». Una advertencia que sucedía al mensaje intimidatorio de que llevará «una furia y fuego» sin precedentes contra el régimen norcoreano si no cesan sus provocaciones.

«Esperemos que nunca tengamos que usar este poder [nuclear], pero nunca ha habido un momento en que no hayamos sido la nación más poderosa del mundo», escribió Trump ayer. Una nueva amenaza ante los continuos desafíos militares de Piongyang, que en julio probó dos misiles intercontinentales que presumió eran capaces de golpear Chicago o Nueva York.

Este nuevo nivel en la retórica de Trump sobre Piongyang ha despertado críticas en las propias filas republicanas. Entre ellas la del veterano senador John McCain, que advirtió que Trump debería tener cuidado con lo que dice, porque «lo único que va a conseguir es acercarnos a algún tipo de confrontación grave».

El secretario de Estado, Rex Tillerson, se encargó de rebajar la tensión, antes de hacer una escala en Guam. «Creo que los americanos pueden dormir tranquilos por la noche» afirmó al descartar cualquier «amenaza inminente». También justificó las palabras de Trump al considerarlas de «mensaje contundente en el lenguaje que Kim Jong-un entiende».

Ante la dura retórica del presidente norteamericano, Kim Jong-un saca pecho y eleva su tono desafiante. Así, hizo saltar todas las alarmas en la región cuando amenazó con atacar de forma preventiva la estratégica isla de Guam. Este enclave del Pacífico acoge bajo una misma comandancia dos bases claves para la estrategia norteamericana en Asia, la base naval Guam y la aérea Andersen. De esta última despegan los caza bombarderos B-1B Lancer, con capacidad nuclear, que en los últimos meses Washington ha desplegado en varias ocasiones sobre la península coreana.

En un mensaje difundido por la agencia de noticias del régimen (KCNA), un portavoz afirmó que están «estudiando cuidadosamente un plan para un fuego envolvente en torno a Guam con misiles de alcance medio-largo Hwasong-12», capaz de volar entre 3.000 y 6.000 kilómetros. Un ataque preventivo que se produciría cuado el joven dictador lo ordenara.

La raíz de esta guerra de palabras está en un informe de la inteligencia estadounidense que asegura que Piongyang ya ha conseguido miniaturizar cabezas nucleares para incorporarlas a sus misiles, según cita The Washington Post. Aunque varios analistas desconfían de este logro, todos ven con preocupación los rápidos avances militares que ha conseguido el régimen a pesar de las duras sanciones que las Naciones Unidas le ha impuesto en los últimos cinco años.

Pekín llama a la calma

China, uno de los aliados tradicionales de Corea del Norte, llamó nuevamente a la moderación dada la «muy complicada y delicada» situación de la península de Corea, según declaró un portavoz de Exteriores. Pero, poco después el secretario de Defensa de EE.UU., Jim Mattis, instaba a Corea del Norte a no provocar situaciones que conduzcan «al fin de su régimen y a la destrucción de su pueblo», además de exigir el abandono de su programa armamentístico. Un asesor de Seguridad Nacional no dudó en comparar la actual situación con la crisis de los misiles de Cuba.

De colonia española a base estratégica

Guam, a medio camino entre el archipiélago de Hawái y Corea del Norte, es uno de los enclaves estratégicos de Estados Unidos en el océano Pacífico. La mayor isla del archipiélago de las Marianas fue localizada por Magallanes durante su vuelta al mundo y perteneció a la corona española hasta 1898, año en el que pasó a manos estadounidenses junto con Filipinas, Cuba y Puerto Rico.

Después de una breve ocupación japonesa en la Segunda Guerra Mundial, el territorio pasó a convertirse en uno de los principales puntos desde donde salen las misiones estadounidenses en la región, con un papel protagonista durante la guerra de Vietnam. La economía local se sostiene mediante el turismo y el Ejército.

Alrededor de 6.000 soldados están destinados allí. Pese a que sus 162.000 ciudadanos, de los cuales un 40 % pertenece a la etnia indígena chamorro, son estadounidenses, pero no gozan de los mismos derechos que el resto de sus compatriotas al tener estatus de «territorio no incorporado», como Puerto Rico.

Las playas paradisíacas, los complejos hoteleros y las tiendas libres de impuestos representan la tercera parte de los empleos en Guam, que atrajo más de 1,5 millones de visitantes en el 2016.

Por qué el intercambio de amenazas cambia el rumbo de la crisis nuclear

JAVIER CASTRO/ R. P.

Tras meses de amenazas retóricas y provocaciones militares, Washington y Piongyang elevaron ayer el nivel de alerta nuclear después de que Corea del Norte concretase el objetivo de un eventual ataque atómico: la isla de Guam.

¿Es frecuente anunciar ataques de este modo?

No. Hasta ahora, Corea del Norte había amenazado de forma recurrente con convertir en un «mar de llamas» a Estados Unidos y a Corea del Sur, sin mayor pretensión que mantener una postura de fuerza en unas futuras negociaciones. Proclamar así un posible ataque no obedece a una estrategia militar convencional.

¿Tiene capacidad para atacar la isla?

Sí. Guam se encuentra a unos 3.500 kilómetros al sur de Corea del Norte. Si bien es cierto que el régimen norcoreano no ha demostrado que pueda alcanzar territorio continental estadounidense, sí guarda cohetes aptos para golpear la isla. Otra cuestión es si Piongyang ha reunido la tecnología necesaria para miniaturizar ojivas nucleares en dichos proyectiles, como asegura un informe de inteligencia de EE.UU.

¿Cómo es el Hwasong-12?

El Hwasong-12, el misil elegido por Kim Jong-un para un ataque sobre Guam, fue presentado en abril y probado con éxito en mayo de este año. Se trata de un misil balístico de medio alcance, con un rango que oscila entre los 3.500 y los 6.000 kilómetros. Los expertos coinciden en señalar que su alcance óptimo es de 3.700 kilómetros, aunque durante la prueba volase apenas 787 antes de caer sobre el mar de Japón.

¿Qué haría EE.UU. ante un eventual ataque?

Sobre el papel, Trump no teme un conflicto abierto con Corea del Norte. El presidente se ha mostrado abierto a una vía militar para dirimir sus diferencias con Kim Jong-un, algo que ha provocado fricciones en su propio partido. Trump ya demostró hace meses su determinación a la hora de emprender acciones militares de forma unilateral, como los ataques con misiles Tomahawk en Siria o el lanzamiento de la «madre de todas las bombas» en Afganistán.

¿Habrá una guerra?

La posibilidad real de un conflicto, especialmente uno de carácter nuclear, es remota. No obstante, Trump se arriesga con su retórica a que el régimen comunista lance un ataque preventivo si se siente amenazado, aunque ninguno de los dos actores tenga interés en iniciar una guerra.