El secesionismo presiona a Puigdemont

Carlos Punzón
carlos punzón LA VOZ EN BARCELONA

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JOSEP LAGO | AFP

Artur Mas trata de frenar las exigencias de la CUP y de la Asamblea Nacional, que quieren que se confirme la independencia, mientras ERC la da ya por activada, pero con matices dispares

14 oct 2017 . Actualizado a las 09:30 h.

Las fuerzas políticas soberanistas no logran contener sus diferencias cuando el cronómetro les marca el ritmo para realizar el siguiente movimiento en el tablero de la crisis catalana. El plazo dado hasta el lunes por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a la Generalitat para que especifique si declaró o no la independencia, semeja consumir al frente soberanista, fuente ahora de exigencias dispares a Carles Puigdemont.

Para tratar de frenar las presiones que el presidente de la Generalitat está recibiendo de la CUP y la Asamblea Nacional Catalana (ANC) para que se haga efectiva la declaración de independencia, o desde ERC para que responda que Cataluña ya es una república, volvió a salir al paso ayer el expresidente Artur Mas reivindicando el peso y cargo de Puigdemont para rebajar el empuje de los anticapitalistas y de la organización que lidera Jordi Sánchez.

«Si pensamos que la independencia de Cataluña es simplemente la manera de proclamar una república, es que no conocemos la realidad», clamó Mas en una entrevista emitida en TV3, poniendo así una tacha a las capacidades de los asamblearios. El exlíder convergente se dirigió de manera especial a dichos partidos y entidades independentistas de izquierda reclamándoles calma, al tiempo que les recordó que aunque presionen, quien preside el Gobierno es Puigdemont, y será él quien responda al requerimiento del Ejecutivo central.

Como ya hiciera en su entrevista con The Financial Times antes de la proclamación suspendida de la independencia, cuestionando entonces la capacidad de las estructuras organizativas catalanas para gestionarse como un país, ayer Mas enfrío otra vez las ansias soberanistas admitiendo el escaso recorrido de la declaración si no hay un apoyo exterior. «El reconocimiento de fuera es esencial», y continuó: «Si un estado se declara independiente, pero no lo reconoce nadie y no puede actuar como tal, es una independencia estética. Y si no se tiene en cuenta el factor exterior, se pueden cometer errores», les señaló.

El presidente del PDECat abrió en su incursión televisiva el melón de las elecciones autonómicas anticipadas, posibilidad cada vez más mencionada en el escenario político catalán. Mas reveló que es una opción que sus filas han llegado a analizar, pero siempre que tuviesen un carácter constituyente para dar lugar a un Parlamento catalán que elabore una constitución para Cataluña.

Frente a la calma reclamada por el entorno de Puigdemont, la CUP envió a primera hora de ayer al presidente una carta pública instándole a proclamar ya la república catalana. A lo largo de los tres folios, los anticapitalistas tratan de hacerle ver que todo lo que no sea proclamar ya formalmente la independencia como respuesta al requerimiento de Rajoy «supondría avalar todas y cada una de sus amenazas, su menosprecio y su represión, y supondría volver al amparo de la legalidad constitucional española».

La CUP rechaza la opción de la calma requerida por Mas, mientras la ANC bosqueja una nueva huelga general. Los anticapitalistas niegan también la importancia de intentar conseguir apoyos internacionales, como intenta sin lograrlo la Generalitat. Para los anticapitalistas, la vía internacional se equipara con el poder económico, en especial en el caso de la UE. Eso sí, la formación que en el Parlamento lidera la diputada Ana Gabriel augura que ese reconocimiento extranjero se acabaría produciendo con una Cataluña convertida en país.

Matices en ERC

Sin desmarcarse de la línea que comparte con el PDECat en Junts pel Sí, ERC mantiene que «la independencia está declarada y firmada» ya, según su portavoz, Sergi Sabría. «Está clarísimamente declarada», insistió, aunque con la puerta abierta al diálogo con el Gobierno antes de levantar la suspensión de la declaración que estuvo vigente menos de un minuto. El eurodiputado republicano Ernest Maragall presionó sin embargo desde Twitter con un «es la hora de asumir el riesgo de la libertad», mientras el diputado de ERC Joan Tardá advertía que «la unidad es estar con Puigdemont y Oriol Junqueras».

Durán Lleida, exportavoz de CiU en el Congreso, subrayaba ayer en un artículo los beneficios que para Cataluña ha proporcionado la Constitución y la división que él percibe en el independentismo.