Zimbabue celebra la marcha de Mugabe como un nuevo inicio

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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JEKESAI NJIKIZANA | AFP

El partido gobernante designa al exvicepresidente Emmerson Mnangagwa para el cargo de presidente provisional

22 nov 2017 . Actualizado a las 12:16 h.

«Nos levantábamos todas las mañanas esperando este día». La frase de Togo Ndhlalambi, un peluquero de 32 años, a la AFP resume el sentimiento de júbilo y de euforia que experimentaron un gran número de habitantes de Zimbabue al conocer que el que parecía sempiterno dictador después de 37 años en el poder, Robert Mugabe, había presentado la dimisión. «Es increíble. Ese hombre era poderoso, muy poderoso», repetía sin creerlo del todo Barber Wright Chirombe. A su alrededor sonaban los bocinazos en las calles de Harare, la capital. Los hombres bailaban y las mujeres cantaban, muchos con lágrimas de alegría y agitando banderas nacionales, como si estuviesen ante un nuevo comienzo para el país. «Descanse en paz, descanse en paz», gritaban algunos.

«Yo, Robert Gabriel Mugabe, por la presente ofrezco formalmente mi dimisión como presidente de Zimbabue con efecto inmediato», indicaba la misiva que puso fin oficialmente a esta caída a cámara lenta de un jefe de Estado que, a sus 93 años, parecía decidido a retener el poder el máximo tiempo posible.

Pese a que el país estaba atrapado en una grave crisis política desde que la semana pasada los militares se alzaron contra Mugabe, la noticia de la dimisión llegó por sorpresa, cuando pocos contaban con ella. Fue anunciada por el presidente de la Asamblea Nacional, Jacob Mudenda, quien interrumpió la sesión parlamentaria que debatía una moción de censura contra el dictador, impulsada por su propio partido, para leer la carta en la que este anunciaba su marcha. «Mi decisión de dimitir es voluntaria. Está motivada por mi preocupación por el bienestar del pueblo zimbabuense y mi deseo de permitir una transición, pacífica y no violenta que garantice la seguridad nacional, la paz y la estabilidad», daba a torcer su brazo para evitar la humillación del cese no sin antes haber convocado a su gabinete y comprobado que ya solo le quedaban unos pocos ministros fieles.

El ex vicepresidente de Zimbabue Emmerson Mngangagwa, y el ex jefe de Estado Robert Mugabe
El ex vicepresidente de Zimbabue Emmerson Mngangagwa, y el ex jefe de Estado Robert Mugabe Xinhua | DPA

La gobernante Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico ha designaod hoy oficialmente al exvicepresidente Emmerson Mnangagwa para el cargo de presidente provisional. Según informaron medios estatales, la decisión fue acordada en el seno del grupo legislativo oficialista, que tiene mayoría en el Parlamento. La ceremonia de jura está prevista para el viernes y Mnangagwa aterrizará hoy mismo en Zimbabue.

Mudenda explicó que hoy se conocería al sucesor pero, a lo mejor, no habrá que esperar tanto. Según informa Reuters, el secretario general del partido gobernante ZANU-PF, Patrick Chinamasa, clave en la resolución de la crisis, informó de que el sustituto será el exvicepresidente Emmerson Mnangagwa, quien tomará posesión de la jefatura del Estado de forma interina en las próximas horas. Mnangagwa, de 75 años y conocido con el sobrenombre de Cocodrilo, antiguo ministro de Justicia y jefe de los servicios secretos, fue el detonante del golpe al ser destituido el pasado día 6 por instigación de la entonces primera dama, Grace Mugabe, con la que competía para suceder a Mugabe.

La expulsión de este puntal del régimen, héroe de la lucha de la «liberación», provocó la intervención de las Fuerzas Armadas, que fueron aclamadas ayer por los manifestantes. No obstante, no está claro que el futuro del país pase por él. El líder de la oposición, Morgan Tsvangirai, pidió la celebración de elecciones justas y libres cuanto antes sea posible.

Además de perder el apoyo del Ejército, el de su propio partido y el de la calle, Mugabe se había quedado sin aliados en el continente negro, Líderes africanos que estaban «avergonzados» por su negativa irse, pese a la amenaza de que ello produjera un estallido de violencia en el país, le aconsejaron que dimitiera, según un cable de la Inteligencia zimbabuense al que tuvo acceso Reuters. El cable, fechado el 23 de octubre y redactado por la Organización Central de Inteligencia de Zimbabue para un destinatario desconocido, dice que los 16 miembros de la Comunidad para el Desarrollo del Sur de África (SADC) querían que Mugabe renunciara y para ello le ofrecieron un alto cargo en la Unión Africana (UA).