¿Por qué arrasa en Internet «OT 2017»?

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El programa arrasa en Internet, pero pasa sin pena ni gloria por la televisión. Estas son las razones por las que, aún así, el espacio es todo un éxito. «Realities» de la competencia: tomen nota

28 nov 2017 . Actualizado a las 11:04 h.

Operación Triunfo es el programa revelación de la temporada. La reedición de los triunfitos dieciséis años después de aquella mítica primera edición le está saliendo bastante rentable a RTVE, aunque no de la forma a la que estamos acostumbrados. Es trending topic cada día, su «En directo» de Youtube acumula picos de más de 30.000 personas; sus vídeos en esta plataforma, millones de visitas; y sin embargo su paso por la televisión tradicional avanza prácticamente sin pena ni gloria. El concurso es un buen ejemplo de lo que será la televisión del futuro. El programa de talentos de TVE no anota grandes porcentajes en sus galas de los lunes, pero día tras día es el tema más comentado en las redes sociales -no hay jornada sin Trending Topic-. El poder de Operación Triunfo es tan grande y su gestión de las redes tan eficaz que los dimes y diretes, las actuaciones y las enseñanzas de la academia son capaces de traspasar las pantallas de los móviles y copar gran parte de las conversaciones de jóvenes y no tan jóvenes cada día. 

Los líos entre Amaia y Alfred o Aitana y Cepeda; las magníficas clases de los Javis; la caña de Magalí, las frases épicas de Manu Guix... Cualquier mínimo detalle consigue sumar adeptos al fenómeno televisivo del año. Y su gran fuerza es que los seguidores pueden presumir de Operación Triunfo sin miedo a ser juzgados. Porque por mucho reality que haya detrás de la pantalla, Operación Triunfo no es Gran Hermano. Sus concursantes no están a la gresca; son ejemplo de compañerismo. Las galas no buscan el salseo, premian en gran parte el talento. El día a día no muestra gente triunfando porque sí, sino chicos con formación y ganas de aprender y superarse...

Sin embargo, y a pesar de contar con el beneplácito de la comunidad tuitera, Operación Triunfo sigue sin encontrar su sitio en la televisión. ¿Por qué? Estas pueden ser las razones.

1. El jurado

Operación Triunfo ya no tiene Ristos. Ni falta que le hace. La importancia que derrochaba anteriormente el jurado del talent show ha perdido cierto fuelle en esta edición. El trabajo de Mónica Naranjo, Manuel Martos y Joe Pérez-Orive pasa sin pena ni gloria cada lunes. Mientras ellos se dedican a juzgar el trabajo de los chicos esa noche las redes claman en muchas ocasiones contra su argumentario y las formas. 

Nada tienen que ver las palabras de los profesores con las del jurado. Los primeros meten en vereda a los chicos con comentarios constructivos y sesudos. Nada que ver con las palabras de Naranjo y compañía. Su argumentario impostado y muchas veces belicoso provoca las iras de los seguidores. Operación Triunfo tiene la suerte de ser mucho más que una simple gala de los lunes, porque el formato no acaba por encajar.

2. Las cuidadas redes sociales

Twitter, plaza pública por excelencia en los tiempos que corren, es el mejor aliado que Operación Triunfo tiene este año. Lo saben. Y lo ciudan. El community manager de la cuenta oficial dedica grandes esfuerzos a que toda la maquinaria esté bien engrasada. A la información básica que se genera cada día (se cuelga hasta el horario diario que tienen los triunfitos), la cuenta oficial suma memes, encuestas y retuits a los comentarios de los seguidores.

No es el único punto fuerte en la estrategia de redes sociales que se ha armado Operación Triunfo. Los profesores y la directora Noemí Galera invierten gran parte de su tiempo en responder y cuidar a aquellos que les ven a diario en sus cuentas de la red del pajarito. El trabajo de Manu Guix, los Javis y Noemí Galera es impagable. Armados de paciencia y con un amor por su trabajo que sorprende, invierten los pocos ratos libres que les dejan los triunfitos a responder a comentarios e incluso las críticas más agresivas con mucha mano izquierda. 

El Instagram de los chicos hace el resto. Los talentos de OT cuentan con un móvil con el que a diario van narrando las cosas que les pasan dentro de la academia para delicia de los seguidores. A través de esa pequeña ventanita podemos ver todos aquellos detalles que se nos escapan del directo y que nos hacen empatizar con ellos mucho más.

3. Una apuesta por la cultura musical

En Operación Triunfo se está convirtiendo en una continua masterclass de música para las nuevas generaciones. Los más inexpertos de casa ya no solo escuchan reggaetón (que también tiene lugar dentro de la academia). Aute, el Kanka, Mocedades, Elton John, La Casa Azul... El espacio tiene cabida para todo tipo de registros que muchos están descubriendo con gusto poco a poco. Los espectadores acuden a las clases de Guille Milkyway, encargado de cultura musical, con papel y lápiz para empaparse de todos los conocimientos de la industria.

4. Los profes

Hay quien se levanta por las mañanas, conecta el canal 24 horas de Operación Triunfo y empieza el día practicando gimnasia con Magalí o yoga con Xuan Lan. Después, incluso algunos seguidores se atreven a practicas las técnicas vocales de Mamen a la vez que los talentos. Mientras unos pocos lloran y ríen con los Javis, otro buen puñado de espectadores toma nota de las cultura musical que derrocha Guille Milkyway o de los movimientos de Vicky... 

Porque Operación Triunfo tiene mucho que enseñar. Y esa es probablemente una de sus grandes bazas. La vida en directo y sin los corsés de los programas en prime time permite a muchos disfrutar una y otra vez del saber hacer y del talento del claustro de profesores, culpables de gran parte de los mejores momentos en la academia. Y es que los de fuera podemos aprender a la vez que los de dentro cosas tan dispares como técnica vocal, imagen y protocolo o bailes.