El cocreador del «reality», Josep María Mainat, cree necesario cambiar el perfil de concursante para recuperar narrativas de superación: «Se descubre talento que ya existe, pero aprenden poco, porque saben mucho»
SE LLAMA VERÓNICA FEBRERO, aunque en redes el meme que circula se refiere a ella como «Rosa, la de vestuario». Así se gestan todos los «outfits» que lucen los concursantes
La gallega se ha puesto esta edición a los mandos de «Conexión OT», que cosecha un gran éxito de audiencia. Reconoce que tuvo reparos a la hora de aceptar: «Tenía miedo por la respuesta del público, pero fue muchísimo más positiva de lo que esperaba»
Ha escrito varios libros, viaja mucho dando formaciones y ha protagonizado varias TED Talks. Acaba de lanzar «Ni puto caso» y está en la recta final de su formación a los concursantes
Su pareja y amigos han viajado a Valencia, donde el joven junto a otras dos compañeras firmó discos a los fans del formato. Esta fue la primera salida al exterior desde su entrada en la academia
Los concursantes del «talent show» saldrán de la academia para firmar en varias ciudades de España. Al coruñés le ha tocado Valencia, lo que lo aleja de su tierra natal: «Mi familia no tiene capacidad económica de ir a vista de una semana, porque la conexión no es fácil»
No es la primera vez que el exconcursante de Operación Triunfo recibe comentarios negativos sobre su cuerpo y recuerda que «mi trabajo es exponerme y eso genera inseguridad, sobre todo si te van señalando, porque se puede generar pánico escénico»
El gallego hizo una insistente campaña durante toda la semana que se convirtió en una broma recurrente para todos sus compañeros: «Es que 3.000 euros por mi cumple... Yo no he visto eso en mi vida, ¿sabes?»
El ourensano ha visitado a la academia y ha reconocido que no gestionó su salida de la mejor manera: «Fui un cafre, muy despectivo con la prensa, porque cualquier cosa me molestaba»
Josep María Mainat asegura que el publicista, ante los astronómicos de audiencia durante sus intervenciones, comenzó a ser cada vez más irrespetuoso: «Me siento culpable en parte»