Los empresarios apuntan hacia el gran reto de Asturias: la revolución tecnológica

Juan M. Arribas REDACCIÓN

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Pablo Junceda, presidente de la APD, cree que la región tiene que mirar hacia la cuarta revolución industrial

28 nov 2017 . Actualizado a las 12:07 h.

El quinto aniversario de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) ha centrado su aniversario en el futuro de Asturias, que tiene que pasar por la inversión tecnológica y por la cuarta revolución industrial. Así lo ha proclamado Pablo Junceda, presidente de la asociación y director general de SabadellHerrero, que ha citado al economista Álvaro Cuervo para reflejar el actual panorama de la región: mientras el mundo camina hacia la cuarta revolución industrial, en Asturias se sigue discutiendo sobre la segunda.

La APD ha sido un punto de encuentro sobre los retos que afronta Asturias y ha querido aportar una visión positiva de la región. Junceda ha hecho hincapié en que la industria 4.0 puede crear cerca de un millón de empleos en Europa en los próximos años y que la formación debe ser prioritaria. Ha asegurado que los jóvenes asturianos forman la generación más preparada de la historia y ha confiado en que la Universidad se convierta en un pieza clave en el desarrollo regional, vinculada a las empresas y a la implicación de las administraciones. Junceda ha añadido que la economía se encuentra en un momento singular y la adaptación de las empresas asturianas es crucial. «Nuestras empresas tienen que adaptarse a los cambios tecnológicos o morirán».

Por su parte, el consejero de Empleo, Industria y Turismo, Isaac Pola, abogó por unas empresas asturianas con un tamaño más grande y por una mayor tendencia a la exportación y alertó del peligro de la transición energética en una región electrointensiva, con grandes industrias dependientes del precio de la electricidad. Y confió en que el incremento del turismo, que ha pasado en los últimos cinco años del 6% del PIB a superar el 10% continúe su escalada.

En el encuentro también participaron destacados empresarios de compañías punteras. Así, Francisco Rodríguez, presidente de Ilas, destacó la entrada de la mantequilla asturiana en el mercado francés pero también observó vacas flacas: grandes remesas de leche en polvo descremada que no tienen mercado. Álvaro Platero, presidente de Gondán, cree que si las empresas no apuestan por la tecnología serán barridas. En su caso, el astillero ha hecho frente a la competencia asiática apostando por barcos más pequeños y tecnológicos, que dependen menos de mano de obra extensiva.

Jesús Alonso, presidente del Grupo Alonso, criticó el reducido tamaño de las empresas asturianas, mientras que Ángela Santianes, presidenta de Dupont Ibérica apostó por Asturias como región que es capaz de retener a trabajadores y directivos por una serie de factores, entre ellos en bajo precio de la vivienda y las condiciones generales de vida. Nuria Menéndez, de Orovalle cree que la minería tiene futuro por la formación de la Escuelas, su personal y la trandición de la región. José Luis Álvarez Almeida abogó por la formación, imprescindible para la mejora de un sector que da empleo a 34.000 personas.