En tres meses, un total de 3.172 empresas han trasladado su sede fuera de Cataluña
29 dic 2017 . Actualizado a las 07:22 h.La distribuidora de Endesa es la última gran compañía que ha decidido trasladar su sede social fuera de Cataluña desde la irrupción del desafío secesionista. Tal y como se publicó en el Boletín Oficial del Registro Mercantil, el nuevo destino de esta multinacional eléctrica controlada por la italiana Enel será Madrid, en una zona muy próxima al aeropuerto de Barajas y del recinto ferial en la que ya se asientan multitud de grandes sociedades. Desde la compañía no han querido confirmar ninguno de los aspectos que les ha llevado a tomar esta decisión, pero sí que ha trascendido que los trámites quedaron formalizados el pasado miércoles 20 de diciembre, un día antes de que se celebrasen las elecciones en Cataluña. La sede social de Endesa Distribución Eléctrica SL llevaba en Barcelona desde el año 2003.
Junto a esta gran multinacional, otras dos que han decidido mover su sede fuera de Cataluña recientemente han sido Manpower Team, especializada en trabajo temporal, y la vacacional Edreams. Mientras la primera de ellas desvincula este traslado como consecuencia de la inestabilidad política y económica que se disparó en Cataluña a raíz del proceso soberanista, en la segunda simplemente han formalizado una decisión anunciada el pasado 10 de octubre, cuando la crisis territorial atravesaba por uno de sus puntos más álgidos.
Retroceso económico
Según el Colegio de Registradores de España, el número de compañías que han trasladado su sede social fuera de Cataluña en los últimos tres meses asciende a 3.172, muchas de ellas consideradas históricas por su gran arraigo en la comunidad, como los bancos CaixaBank y Sabadell, dos de las primeras entidades que se vieron obligadas a dar el paso para transmitir seguridad a sus clientes y accionistas. A ellas les siguieron muchas otras como Gas Natural Fenosa, Codorníu o Abertis.
La crisis política en Cataluña acabó derivando en una gran fractura social y económica, con el desplome de algunos sectores punteros como el turismo, algo que ha obligado al Ejecutivo a rebajar tres décimas la previsión de crecimiento en España para el 2018 desde el 2,6 % inicial hasta el 2,3 actual, una situación que confían en corregir si el próximo gobierno autonómico cumple las leyes.