Sube la tensión en Irán con marchas a favor y en contra del Gobierno

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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STR | AFP

Las protestas están cobrando un cariz político e incluyen críticas a la presencia iraní en países árabes como Siria o Yemen

31 dic 2017 . Actualizado a las 08:34 h.

Miles de personas han salido a las calles de las principales ciudades de Irán para participar en marchas a favor y en contra de las autoridades, dentro de un clima de tensión que se acrecentó las últimas 48 horas y que recuerda los momentos de fuerte división civil vividos bajo el mandato de Mahmud Ahmadineyad en el 2009. Las protestas contra el Gobierno comenzaron como una señal de repulsa ante el aumento de los precios, pero han tomado un cariz cada vez más político, con críticas a la corrupción sistémica del régimen y a la expansión iraní por la región, en países como Siria, Líbano o Yemen. «Somos arios, no árabes», corean los manifestantes según DPA. Junto con ello, las marchas han ganado en crispación. Más de medio centenar de personas han sido detenidas por enfrentamientos con la policía en la capital, Teherán, y en otras ciudades del país.

Las protestas se volvieron a repetir ayer, con uno de los epicentros en Teherán, donde entre 70 (según la agencia semioficial iraní Fars) y 200 personas (según el enviado de The Guardian) se han concentrado a las puertas de la universidad al grito de «Muerte al dictador», en referencia al gran ayatolá Alí Jamenei. Según Efe, también hubo manifestaciones en otras ciudades, en las que se corearon lemas contra el gobierno y la República Islámica.

Se da la circunstancia de que también miles de personas salieron a la calle para participar en una marcha convocada en 1.200 ciudades para conmemorar el fin de las violentísimas protestas del 2009 y como muestra de apoyo al Gobierno. En un intento de hacer visible su autoridad, este pidió a los iraníes que eviten participar en las protestas que no hayan sido autorizadas.

Ni los políticos ni los medios consiguen ponerse de acuerdo sobre qué está desencadenado la crisis. ¿Se trata, tal como se dijo al principio, de una forma de expresar las críticas por el alto coste de la vida y la política económica del Gobierno del presidente Rohani? ¿Habría que hacer caso a los eslóganes que se ven en los vídeos subidos a las redes sociales, en los que se critica al régimen islámico?  

«Yo creo que son ambas cosas», aseguró a DPA un politólogo de Teherán que, debido a la delicada situación, prefiere no identificarse. De la misma forma opina también el vicepresidente Yanguiri, quien cree que detrás de las primeras protestas en Mashad, en el noreste, estaban los seguidores de la línea dura que quieren debilitar el Gobierno de Rohani. El vicepresidente alertó sin embargo que esta acción podría descontrolarse. «Y justo eso es lo que está pasando», puntualizó el politólogo.

«Una señal de alarma para todo el mundo»

La televisión pública informó ayer por primera vez de las protestas que, como ocurrió hace ocho años, han adquirido gran viralidad gracias a vídeos no siempre contrastados distribuidos en redes como el servicio de mensajería encriptada Telegram. El mensaje oficial es que hay que escuchar «las reivindicaciones legítimas» de la población, pero eso no evita la censura a los medios y grupos «contrarrevolucionarios» en el extranjero que se aprovechan de la crítica.

El pretexto para esto lo brindó Estados Unidos, que condenó los arrestos, y su presidente, Donald Trump, quien instó al Gobierno iraní en Twitter a «respetar los derechos de sus ciudadanos, incluido el derecho a expresarse». «El mundo está mirando», advirtió. El ministerio de Exteriores iraní reaccionó diciendo que «el pueblo iraní no le da ningún valor ni crédito» a estas declaraciones oportunistas. Sin embargo, el diario reformista Arman tituló ayer «Señal de alarma para todo el mundo», presionando en favor de medidas para mejorar la economía.