José Ramón Sierra: «Dejé la defensa del Chicle porque honestamente no la podía ejercer»

Javier Romero Doniz
javier romero VIGO / LA VOZ

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El exletrado del autor confeso del crimen de Diana Quer cree que Abuín Gey puede evitar el mayor castigo penal

20 mar 2018 . Actualizado a las 12:08 h.

12 de enero, exterior de la cárcel de A Lama. José Ramón Sierra hacía pública su decisión: «La conversación que hemos tenido forma parte del secreto profesional, pero puedo decir que hemos dejado la defensa porque en cualquier asunto penal, desde el de la más mínima trascendencia, como el robo de unas gallinas, es necesario creer total y honestamente en lo que se está haciendo y yo difícilmente en estas circunstancias la puedo ejercer». La escueta declaración de Sierra, hasta ese momento abogado del autor confeso del crimen de Diana Quer, José Enrique Abuín Gey, ponía sobre la mesa su hermetismo a la hora de ejercer la defensa. Ayer accedió a hablar, pero con reservas, todas las del mundo incluso, para mantenerse fiel al secreto profesional.

-¿Cree la versión que dio José Enrique Abuín Gey?

-Siempre creo las versiones de mis clientes, necesito hacerlo. Con esto está todo dicho.

-¿Cómo está Abuín emocionalmente, es consciente de la repercusión social que adquirió la resolución del caso Diana Quer?

-En el momento que dejé de hablar con él todavía no tenía contacto ni con la prensa ni con las televisiones. Sí estaba afectado por la situación familiar, por supuesto. De lo otro no tenía una conciencia absoluta, por su condición de incomunicado.

-Y de la situación por la que están pasando sus padres, ¿es consciente Abuín Gey?

-José Enrique es una persona que quiere a su familia, no puedo decir más que que aprecia a sus padres y por eso, en el momento que tuve contacto con él, sí estaba afectado por la situación que atraviesan ellos en concreto y la familia en general. Es cierto que nos trasladaba esa preocupación, normal por otro lado.

-¿La última vez que habló con él mantenía la versión del atropello accidental?

-Entenderá que no haga valoraciones de eso, el secreto profesional me lo impide.

-¿Quiere seguir con su mujer o se plantea la separación?

-Eso es algo privado que tiene que quedar entre él y yo, lo siento.

-Como abogado penalista, ¿considera que se puede plantear una defensa con recorrido o las pruebas son tan claras que resulta imposible?

-No es fácil, pero sí tiene defensa. De demostrarse la agresión sexual, podría ser un supuesto de prisión permanente revisable del artículo 140 del Código Penal, pero para ello se necesita la constatación de que hubo asesinato y una agresión sexual. De no haber la citada agresión, quedaría el cargo de asesinato, pero para eso es necesario alevosía y en este caso puede ser descartable. Entonces quedaría en homicidio y eso implica una pena de cárcel de 10 a 15 años, y es evidente que él se puede beneficiar de alguna circunstancia atenuante por una colaboración activa con la investigación al haber confesado la ubicación del cuerpo, y la pena podría rebajarse. Y todo esto en el hipotético caso de que sea culpable, algo en lo que no entro y ni mucho menos valoro.

-¿Cómo valora el trabajo de la Guardia Civil en la resolución del caso Diana Quer?

-Impecable, pero no comparto las conclusiones. En su momento no las compartí y ahora, como no tengo un conocimiento directo de lo que se está realizando, lo único que puedo decir es que, desde el principio y hasta el último momento que tuve conocimiento de la investigación, fue impecable. Tanto los integrantes del grupo UCO como los de la Policía Judicial de A Coruña especializada en los delitos contra las personas se comportaron de forma soberbia. Además, por lo que conozco de mis años de trabajo, me parecen especialmente brillantes los integrantes de la Policía Judicial de A Coruña. Y lo digo tras ejercer la defensa del único acusado, aunque también ejercí acusaciones y en esos casos la profesionalidad de los investigadores fue igual de impecable. Básicamente, nos daban el trabajo hecho.

-Durante el tiempo que Abuín Gey estuvo en la cárcel de Teixeiro, ¿su integridad física estuvo en peligro?

-No tuve conocimiento de eso en ningún momento, salvo alguna amenaza sibilina que no tendría que motivar el traslado. Se trata de medidas preventivas.