«La mayor presión fiscal y ciertos impuestos son pan para hoy y hambre para mañana»

Luis Fernández
Luis Fernández REDACCIÓN

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Belarmino Feito, presidente de FADE
Belarmino Feito, presidente de FADE

Belarmino Feito, candidato a la presidencia de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), explica el modelo que quiere impulsar si gana las elecciones a la patronal

27 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Belarmino Feito se presenta como el candidato de consenso a la presidencia de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE). Feito asegura que, una vez que Pedro Luis Fernández renunció a concurrir a las elecciones a la patronal, varias asociaciones y empresarios le animaron a dar un paso al frente. El candidato propone cambios en la federación y considera prioritario alcanzar un pacto por la industria que reactive el sector. Además, opina sobre temas como la concertación, el salario social, la presión fiscal o la subida salarial.

-¿Cuáles son las fortalezas y las debilidades de FADE?

-Si soy presidente trataré de potenciar las fortalezas y corregir los puntos débiles, aquellos que las asociaciones y empresarios me han dicho que hay que reorientar. Uno de los valores de FADE es su staff, tanto su secretario general -Alberto González-, una figura muy valorada por todos, como el personal de los distintos departamentos. Ese es el gran valor de FADE y el más valorado por los asociados.  

En cuanto a los puntos de mejora, según lo que he escuchado de asociados, necesitamos una mayor representatividad de las asociaciones, que tengan un mayor protagonismo en el día a día de FADE y se sientan representadas. Que sientan que FADE es la casa de todos, grandes y pequeños. Hay que devolverles el protagonismo y que FADE sea la voz de todos los que forman el entramado económico del Principado.

-¿Ahora no es la voz de los empresarios?

-No es cuestión de eso. Es cuestión de que las asociaciones y empresarios echan de menos tener en el presidente de FADE un interlocutor y una voz que defienda sus intereses con contundencia.

-¿Por qué se decidió a dar el paso de optar a la presidencia?

-No tenía previsto presentarme, para nada. Ni me lo había planteado, pero a raíz del anuncio del presidente de que ni él ni nadie de su equipo se iba a presentar, las distintas asociaciones se plantearon el futuro y se pusieron a pensar en un candidato de consenso. Estas asociaciones y empresarios se dirigen a mí en el mes de agosto. Me trasmiten que han pensado en mí como ese candidato de consenso porque tengo un perfil que les encaja para representar a los empresarios. Ahí me lo planteo, cambiamos impresiones y previa conversación con Femetal, donde soy vicepresidente, y contando con su apoyo, decido dar ese paso. Me lleva a planteármelo que distintas asociaciones y empresarios que nada tienen que ver con el metal hayan pensado en mí como candidato de consenso.

- Una de las medidas implantadas por Pedro Luis Fernández cuando llegó a la presidencia fue la de eliminar el sueldo del presidente. ¿Mantendrá el cargo sin remuneración si gana las elecciones?

-Es una cuestión que no me he planteado. Por lo que he visto, porque me he leído los estatutos, como es lógico, es competencia de la Junta Directiva, no del presidente. En cualquier caso, ningún empresario con capacidad de poder presidir la federación opta a la presidencia por ese salario. Lo tienen que mover otros intereses. La gente que se presenta es en un acto de generosidad, de dedicar tiempo a los demás y a la federación. Lo que espera es no perder dinero, no ponerlo de su bolsillo, pero el salario no va a ser lo que mueva a nadie a presentarse a las elecciones.

- ¿Ya ha pensado los nombres de las personas que formarán parte de su Consejo Ejecutivo?

-Desde luego que no tengo en mi cabeza en este momento eso. De un máximo de 18 miembros que pueden ser, creo que los que tengo claros no suman ni los dedos de una mano. No es un asunto que haya abordado, el momento será cuando se ganen las elecciones. Y si no se ganan no hará falta. Tengo en mente algún nombre, pero muy pocos. Gozo de total libertad, llego libre de compromisos para abordar ese asunto y lo que sí tengo en mente es que tiene que ser un consejo lo más representativo posible del entramado económico asturiano. Hay 74 asociaciones, no todas tendrán representación, pero de una forma u otra todos deben sentirse representados.

-¿Qué cambios quiere introducir en la federación?

-Lo primero es conseguir una FADE lo más fuerte posible y lo más representativa de todos los empresarios asturianos. Potenciar el asociacionismo, fortalecer las asociaciones, que sean fuertes en sus sectores y que a su vez estén integradas en FADE. Esta es la fórmula para tener una visión de 360 grados de todo el empresariado y conocer así sus fortalezas y debilidades. A su vez, permitiría a FADE ser un interlocutor con una voz fuerte que se tiene que escuchar por los distintos agentes con los que tenga que lidiar. Ahí también deben tener su espacio las empresas singulares.

-¿Qué medidas plantea para impulsar la recuperación económica en Asturias?

-Creo que es importante que hagamos una reflexión estratégica en Asturias en cuanto a qué Asturias queremos tener y que Asturias podemos tener. Qué nos podemos permitir. Si queremos una Asturias basada en turismo verde, en la industria… debemos saber qué queremos, pero, ojo, sabiendo lo que podemos tener. Ahí saldrán los sectores con mayor potencial de crecimiento y a través de esa reflexión tenemos que explorar las vías de crecimiento.

-¿Cuáles son esos sectores?

-Asturias es una región históricamente con tradición y cultura industrial y que tiene un gran potencial en la industria y el metal. Ese es el motor económico de la región y es uno de los sectores que debe encabezar esa reactivación. FADE debe propiciar de forma inmediata un pacto por la industria en Asturias.

-¿Cómo sería ese pacto?

-Debe contemplar políticas medio ambientales. La industria contamina, por lo que debe tratar de dotar de un marco regulatorio estable que cumpla con las regulaciones europeas pero que tenga en cuenta las características particulares del territorio y que permita que la industria asturiana sepa a qué atenerse en materia medio ambiental. Pero ese marco debe permitirle ser competitiva y adaptarse de forma razonable a esas exigencias.

También hay que impulsar las políticas de conectividad. Por vía marítima, recuperando la autopista del mar, que lleva más de 3 años sin operar y era un recurso muy utilizado por la industria asturiana. No tenemos certeza de cuándo va a volver a operar y las empresas han perdido competitividad por ello. Por vía ferroviaria debemos intentar que no se siga demorando y se cumpla los últimos plazos del ministro con la Variante. En conexiones aéreas hay que conectar al mundo con Asturias. En la industria tiene gran peso la exportación y las líneas que tenemos no dan buen servicio a la empresa porque hay dos centros neurálgicos de conexiones, París y Frankfurt, y tenemos que estar bien conectados con esos centros. Eso es fundamental.

Además, la industria asturiana es consumidora intensiva de energía y hay empresas en las que tiene un gran impacto el coste de la energía en sus costes de producción. Sería necesario tener una tarifa estable, razonable y competitiva para competir con el resto regiones españolas y europeas.

-¿Qué propone en materia de formación?

-Debe ser otras de las patas de ese plan por la industria. Impulsar la FP dual y encontrar un sistema válido que nos lleve a tener los resultados esperados. Siempre pongo como referencia a Alemania- país tecnológico- donde en 2016 el 60% optó por la FP dual. En Suiza, que no lo relacionamos con la industria, el 70% optó por la formación dual. Debemos encontrar un sistema que funcione y que vaya a combatir la gran carencia de profesionales que sufre la industria, a pesar de no ser un momento de máxima actividad.  SI no somos capaces de abastecer a la industria de profesionales perdemos competitividad. Además, en el ámbito de la Universidad creo que hay una gran distancia con la empresa. Hay que acortarla. Una de las medidas que adoptaría sería impulsar la formación universitaria dual. No es ningún invento, en regiones como País Vasco el próximo curso ya va a contar con 10 grados de formación universitaria dual. En el grado, un mínimo del 25% debe ser formación en las empresas y un mínimo del 40% en la etapa de los master. Esa sería una forma. Sería favorable para justar la oferta y la demanda. Así se haría un ajuste y se evitaría la fuga de talento que se produce todos los años en Asturias.

-¿Realmente existe esa falta de personal o es que los empresarios no quieren pagar a los trabajadores cualificados en consonancia al trabajo que realizan?

-Para nada. Las empresas es están pagando incluso el «fichaje» de profesionales. Lamentablemente, se abastecen de otras empresas. No es cuestión de no pagar, el problema es que no hay profesionales en el mercado. El recurso es otra empresa o poco a poco formar a la gente, pero no hay profesionales.

-¿Qué más sectores tiene futuro en Asturias?

- La industria es el sector que a más corto puede reportar mayor crecimiento, pero hay que potenciar otros. Sin descuidar ninguno, ver cuáles tiene potencial de crecimiento. Creo que hay potencial en el turístico, el agroalimentario, que tiene sinergias con el turismo, sobre todo  con el rural, y eso debe aprovecharse. Otro sector muy importante es el de las TIC, con un desarrollo importante y que va a ser fundamental para las empresas porque estamos en proceso de digitalización. El que no se suba al carro quedará en el camino. Es un sector que actúa de forma transversal.  Luego, hay un sector que tiene una gran incidencia sobre el empleo, es el mayor multiplicador de actividad y el que más impacto genera en el empleo, el de la construcción, que está saliendo de la gran crisis y debe ser importante en la recuperación de la actividad.

-Los empresarios asturianos se quejan de la presión fiscal que tienen que soportar en Asturias. ¿Debe modificarse la legislación?

- Las empresas soportan en Asturias mayor presión fiscal que otras regiones y son recursos que se detraen de la inversión. Eso influye en la competencia. Pedimos, por lo menos, una equiparación fiscal para competir con toras regiones. Por impuestos como Sucesiones o Patrimonio hay empresas que se están localizando. Perdemos empresas que incluso invierten en otras regiones por estas cuestiones. Hay un riesgo de deslocalización por cuestiones fiscales. En sucesiones, muchas veces se pone en peligro la continuidad de las empresas cuando pasan de una generación a otra. Me consta que hay empresas que anualmente hacen una provisión para el pago del impuesto, y eso se detrae de la inversión. Si vamos una región vecina como Cantabria, casi no existe. Ya no digo Madrid. La mayor presión fiscal y ciertos impuestos son pan para hoy y hambre para mañana.

-¿Qué opina de la concertación social con sindicatos y Gobierno autonómico?

-Defiendo que puede ser una herramienta válida pero habría que profundizar en esa concertación. Tal cual está concebida tiene carencias. Sobre todo en partidas de inversión, ya no entremos en lo que destinamos a gasto social. En las partidas de inversión, creo que hay que dotar a la concertación de una métrica que nos permita medir en tiempo real el grado de cumplimiento presupuestario y el impacto sobre la economía y el empleo.

-¿Hay que revisar el modelo se salario social?

-El gasto social no es solo salario social. Considero que el gasto social es una solución necesaria en etapas en las que realmente la tasa de paro puede dejar a una familia sin recursos. La solidaridad en ese sentido es absolutamente necesaria pero no es la solución para esas familias. Es necesario someter el salario y las prestaciones a una vigilancia en aras de que no se acomoden a ese salario. Hay que buscar alternativas, la solución al problema pasa por evitar el problema, pero hay ciertos casos en los que, desgraciadamente, se llega a esa situación.

-La economía regional crece pero a un ritmo más lento que la media española. ¿Por qué motivos?

-El dato es evidente. La economía crece a un ritmo más lento que la española. Hay dos factores. Asturias tardó más en entrar en la crisis y en consecuencia sale más lentamente. Ese puede ser un factor. Otro factor a tener en cuenta es la pérdida de actividad en Asturias por la pérdida de población y el envejecimiento de la población. Asturias pierde población año tras año y tiene una de las tasas más altas de envejecimiento. Más del 24% de los asturianos tiene más de 65 años. La media nacional se sitúa sobre el 19%. Como hay menor actividad, hay menor crecimiento, y esa es otra de las razones. Tenemos un problema demográfico grave que debemos corregir.

- Baja el paro pero el mercado laboral se precariza. ¿Ha llegado el momento de subir salarios a los trabajadores?

-Entiendo que hay que subir salarios. Es razonable que después de una etapa de crisis y moderación salarial suban, pero no de forma lineal. Cada empresa y sector tiene su ritmo. No debe ser lineal. En esa subida habría que buscar una vinculación a la productividad y al cumplimiento de objetivos. Eso pasa por implicar a los trabajadores en el proyecto de la empresa y que la empresa que cumpla objetivos y tenga buenos resultados hay que compartir esos mejores resultados. Esa es una vía de recuperación salarial razonable. Otras compañías están en sectores más limitados, por eso no debe ser una cuestión lineal. Debe ser sectorial y empresarial y vinculada a la productividad y los resultados.