El partido de Zuma le da un ultimátum para que deje el poder por corrupción

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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RAJESH JANTILAL | Afp

El presidente de Sudáfrica arrastra una larga lista de acusaciones en sus nueve años

14 feb 2018 . Actualizado a las 07:08 h.

Sudáfrica está inmersa en una crisis sin precedentes ante la negativa de su presidente, Jacob Zuma, a apartarse del poder como le exige su partido, el Congreso Nacional Africano (CNA) de Nelson Mandela, por los escándalos de corrupción que le persiguen desde hace años. El choque de trenes entre el CNA y Zuma se ha ido fraguado desde hace varias semanas cuando comenzaron las negociaciones para una salida digna del jefe de Estado antes de finalizar su segundo mandato en el 2019. La reiterada negativa de Zuma obligó ayer al partido a exigirle oficialmente que presente la dimisión «por el bien del país». Así lo anunció a la prensa su secretario general, Ace Magashule, tras una tensa y larga reunión de la cúpula de la CNA. Zuma, que se mantiene en silencio desde hace varios días, debe dar hoy su respuesta

La petición de dimisión no tiene en teoría ningún efecto legal. Pero en la práctica, es el fin de Zuma. Si se niega, está sobre la mesa la amenaza de una moción de censura en el Parlamento. En juego está tanto la suerte de Zuma, como la fuerza del llamado a sucederle, Cyril Ramaphosa. 

Acusaciones

Zuma, en el poder desde el 2009 cuando sucedió a Thabo Mbeki, afronta una larga de lista de casi 800 cargos por corrupción: desde los millones de dólares de los contribuyentes gastados en la reforma de su mansión privada, a un acuerdo de armas millonario firmado en 1999 con una empresa francesa o una compleja red de presunta corrupción e influencias que afectan a tres hermanos empresarios indios, los Gupta, amigos de Zuma. Él niega todas las acusaciones.

En las negociaciones secretas del denominado popularmente zexit, Jacob Zuma propuso dimitir en un plazo de tres a seis meses, pero la cúpula del CNA rechazó esa posibilidad. Quiere cerrar ya la crisis que sacude al partido en el poder desde el régimen del apartheid (1994) y evitar una catástrofe electoral en las elecciones del 2019.  

El vicepresidente Cyril Ramaphosa, que reemplazó en diciembre a Zuma en el liderazgo del CNA, intento en un principio llegar a una salida negociada del presidente para evitar profundizar las divisiones internas. Pero al final ha optado por una ofensiva directa. Así el lunes convocó al órgano más poderoso del partido, el Comité Ejecutivo Nacional, para poner punto final a esta crisis. Tras discusiones maratonianas, Ramaphosa terminó ordenando a Zuma que «renuncie en las próximas 48 horas o de lo contrario presentará una moción de censura. Pero, Magashule dijo ayer que no se había otorgado ningún plazo. «Esperamos que responda mañana [por hoy] no hay fecha límite», dijo. Lo que evidencia que Zuma aún tiene apoyos en el partido. La oposición, que desde hace años exige la partida del jefe de Estado no canta victoria.

La Alianza Democrática (DA) llamó a apoyar una moción de censura -la octava contra Zuma desde su llegada al poder- que se debatirá el 22 de febrero.