Las pruebas de ADN acaban de confirmar que la camiseta hallada por el padre pertenecen al niño de 8 años de Níjar (Almería)
12 mar 2018 . Actualizado a las 10:39 h.Parece como si al pequeño Gabriel se le hubiera tragado la tierra hace casi una semana cuando recorría los cien metros que separan su casa de la de su abuela, en el paraje de Las Hortichuelas del municipio almeriense de Níjar. Esta mañana, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha confirmado que la camiseta hallada por el padre del niño el pasado sábado, cuando participaba en el dispositivo de búsqueda, pertenece al pequeño, una vez realizadas las pruebas de ADN. Repasamos las principales incógnitas que envuelven a este caso que ha conmocionado a todo el país.
¿Qué pasó en el recorrirdo entre las casas?
Gabriel salió de su casa sobre las 15.00 del 27 de febrero para recorrer los cien metros que la separan de la de su abuela paterna. Llevaba un pantalón negro Adidas con rayas blancas y una chaqueta roja con capucha. Su familia asegura que era habitual que el pequeño realizara ese pequeño trayecto solo que, de hecho, había realizado aquella misma mañana, para jugar con los nietos de la hermana de su abuela. El niño no llegó a su destino, pero no fue hasta las seis de la tarde cuando le echaron en falta. Fue a esa hora cuando su abuela fue a buscarle a su casa y la familia reparó en su desaparición.
El 112 recibió, en torno a las 20,10 el aviso de la desaparición en la zona del cortijo La Molina en la pedanía de Hortichuelas, en Níjar y, de inmediato, informó a los operativos que desde entonces buscan al menor aunque sin resultados por el momento.
Una furgoneta sospechosa
Un familiar de los padres señaló que sobre las 15.20 del martes vio una furgoneta de color blanco que le pareció «rara» en las inmediaciones del camino que usó el niño, mientras que otra vecina, Consuelo, apuntó que a esa hora escuchó un «portazo» en la zona. Sin embargo, el portavoz de la Comandancia en Almería de la Guardia Civil, David Domínguez, indicó que «no se tiene conocimiento ni hay testigos» que vieran dicho vehículo. Parte de los guardias civiles registraron una por una las viviendas del barrio.
Situación familiar
Ángel Cruz y Patricia Ramírez, los padres de Gabriel, están separados desde hace años, pero aseguran que la relación existente entre ellos es «excelente»; de hecho, desde que se perdió el rastro del pequeño, aseguran que están «unidos» en su búsqueda.
Un primer sospechoso
Otro de los aspectos llamativos del caso y que salió a la luz poco después de conocerse el dispositivo de búsqueda del menor, es la existencia de un hombre con una orden de alejamiento impuesta por estar obsesionado con la madre de Gabriel. D. M. F. A. comenzó su hostigamiento en el verano del 2016, cuando acudía a todas las carreras en las que Patricia Ramírez trabaja como speaker del circuito organizado por la Diputación Provincial. Tras acosarla mediante llamadas telefónicas y mensajes de Whatsapp, la jueza decretó una orden de alejamiento sobre el acusado.
La magistrada señaló que el hombre se había «obsesionado» con la madre del pequeño Gabriel y que, de modo «insistente y reiterado», había buscado «su cercanía física e intentado contactar con ella, quien sintió su ánimo seriamente perturbado y temor a salir a la calle por no encontrarse con él». Da la casualidad que un día después de la desaparición del menor, este individuo manipuló la pulsera telemática que lleva en virtud de la orden de alejamiento, por lo que fue detenido. Pero finalmente le desvincularon del caso de la desaparición de Gabriel. El sábado ingresó en prisión pero por una orden previa que sobre él pesaba por otro quebrantamiento similar.
«No ha sido una pareja, es una persona que se enamoró, sus capacidades están, podríamos decir mermadas, pero no tiene nada que ver con nuestro hijo. Y el hecho de que esté en la cárcel no tiene nada que ver tampoco con la búsqueda de nuestro hijo», insistió la madre de Gabriel.
Hallado el primer rastro de Gabriel
A punto estaba de finalizar el dispositivo de búsqueda de la jornada del sábado cuando se halló la primera prueba relevante desde que desapareció el chico: una camiseta interior blanca. Fuentes de la Guardia Civil indicaron que fue el propio padre el que encontró la prenda en un camino aproximadamente a unos tres kilómetros del lugar donde desapareció el niño. Ángel Cruz reconoció desde un primer momento la camiseta como una perteneciente a su hijo, aunque no ha sido hasta hoy lunes cuando las pruebas de ADN realizadas han confirmado este hecho.
Con esta prueba clave, la Policía Científica de la Guardia Civil intensificó la búsqueda y el dispositivo no se suspendió al caer la noche tal como se había venido haciendo en días anteriores. Sobre la prenda, el portavoz de la Comandancia de Almería, David Domínguez, dijo no poder confirmar «si estaba seca, mojada, pertenece a parte de investigación», ha al tiempo que dijo desconocer si se busca el ADN de otra persona en la prenda de vestir porque «esas gestiones forman parte de la investigación».
Una depuradora cerca del lugar donde se encontró la camiseta
La búsqueda de Gabriel Cruz se centró entonces en el entorno de una depuradora en la zona donde desapareció, y unas balsas cerca de donde se encontró la camiseta interior. A última hora de la tarde de ayer domingo, concluyó este registro sin éxito, lo que dio un halo de esperanza a los padres del pequeño, que han cobrado «más esperanza» en que el crío aparezca «vivo» después de que no lo hayan encontrado «ahogado» en la búsqueda que el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil realizó en las aguas fecales de la depuradora.
Hoy lunes, el operativo que desde hace seis días se afana en la localización de alguna pista también va a focalizar el rastreo en los enclaves especiales como minas, pozos, balsas de agua, cuevas e incluso zonas de invernadero a un radio extensible de hasta los 12 kilómetros.