La pensión de los nuevos jubilados asturianos se congela

L.F. / A.B. REDACCIÓN

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MARCOS CREO

Los trabajadores del Principado que se retiraron en 2017 cobraron una media de 21.756 euros anuales

14 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los jubilados llevan varias semanas llenando las plazas de las principales ciudades españolas. Reclaman un cambio en las políticas del Gobierno central para evitar que sus pensiones se sigan empobreciendo. Desde principios de año han pedido al conjunto de la sociedad que se sume a sus protestas, ya que defienden que se trata de una pugna que no solo les afecta a ellos. Y los datos les dan la razón. Históricamente, la pensión media de los nuevos jubilados subía año a año, pero eso cambió en 2016. El año pasado prácticamente se congelaron, con una pírrica subida de 4 euros mensuales. En términos porcentuales, ese incremento fue del 0,25% respecto al ejercicio anterior. Casualmente, se trata del mismo aumento por el que los pensionistas llevan meses tomando las calles.

Las estadísticas de la Seguridad Social muestran que 2016 fue el primer año en el que las pensiones de jubilación que se incorporaron al sistema fueron, de media, más bajas que las del ejercicio previo, algo insólito hasta ese momento, ya que la tendencia siempre había sido al alza. De hecho, en los últimos trece años, el importe de las nuevas prestaciones de jubilación reconocidas en Asturias ha subido más del 50%, al pasar de los 1.060 euros mensuales en 2005 a 1.554 en 2017. El pasado año, los asturianos que se retiraron cobraron una media de 21.756 euros anuales (calculados en 14 pagas), frente a los casi 21.700 del 2016, es decir, casi 56 euros más. Prácticamente se han congelado las retribuciones que perciben.

Si se toman los datos desagregados por sexos, la caída media es más acusada para los hombres, ya que percibieron de media 1.780 euros mensuales, 50 céntimos al mes menos que en 2016. La bajada puede calificarse de simbólica, pero confirma el cambio de tendencia iniciado en 2016. 

Por el contrario, las nuevas jubiladas han experimentado la evolución contraria, ya que, aunque la cuantía media que cobran es notablemente inferior a la masculina (1.135 euros mensuales como consecuencia de la mayor precariedad laboral y salarial), su prestación va mejorando. De hecho, el pasado ejercicio cobraron hasta 26 euros mensuales más de media que en el 2016.

¿Por qué se ha estancado la subida?

La razón principal que explica el cambio de tendencia de los últimos años es la crisis económica, que se materializa en lagunas de cotización -debido a la pérdida del trabajo al final de la carrera profesional- o en bajadas salariales, en el caso de quienes mantuvieron el empleo. A ello se suman también las últimas reformas del sistema de pensiones, que, entre otras cosas, elevaron progresivamente la edad legal de retiro y los años de cotización que se utilizan para calcular la pensión y los necesarios para percibir el 100 % de la prestación.

Tampoco hay que olvidar que en 2019 entrará en vigor el factor de sostenibilidad -la última parte de la reforma que el PP aprobó en solitario en el 2013-, que supondrá otra rebaja en la cuantía que reciban los nuevos jubilados, al ajustarla a la evolución de la esperanza de vida.

«Un problema puntual»

Consciente de que esta va a ser una semana caliente, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, insistió esta semana en su mensaje de tranquilidad sobre el futuro de las pensiones, asegurando que la Seguridad Social tiene «un problema puntual», por la pérdida de casi cuatro millones de empleos en la crisis. Durante una entrevista dijo que se podían estudiar fórmulas para subir las pensiones a medio y largo plazo. Sin embargo, la reclamación de los pensionistas, cuyos niveles de enfado y de movilización avanzan parejos, es la de revalorizaciones dignas, algo que el Gobierno remarca que no es viable económicamente. Rajoy comparece hoy en el Congreso de los Diputados, aunque no se espera que avance ninguna medida concreta. De hecho, ya repetido en varias ocasiones que no tiene ninguna intención de volver a ligar la subida de las pensiones al IPC. Sostiene que no es viable económicamente.