Una avalancha en una fiesta deja 21 muertos en Caracas

Pedro García Otero CARACAS / CORRESPONSAL

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FEDERICO PARRA | AFP

Ocho de elos fallecidos eran menores. La causa de la explosión fue el lanzamiento de una bomba lacrimógena durante una pelea en el interior del local

16 jun 2018 . Actualizado a las 23:53 h.

21 personas murieron y ocho resultaron con heridas de consideración, dos de ellas extremadamente graves, en una fiesta en Caracas cuando una pelea derivó en una avalancha en la que las víctimas resultaron aplastadas. Al menos ocho de los muertos eran menores de edad, que habían acudido a una celebración al Club Ecuatoriano Los Cotorros de El Paraíso, al suroeste de la capital venezolana.

Según señalaron a La Voz fuentes de la investigación, los hechos se produjeron porque en el local, con una capacidad no superior a las 150 personas, había más de 500, en su mayoría, adolescentes de los liceos cercanos al club que alquilaba sus espacios. Un grupo de jóvenes, en una práctica bastante común en Venezuela, organizaron una fiesta y vendieron entradas a fin de reunir fondos para su graduación de bachillerato. Aparentemente, a la 1:30 de la madrugada, se formó una pelea entre dos grupos, en principio a puños y botellazos. Pero alguno de los jóvenes, según comentaron los sobrevivientes, tenía una bomba lacrimógena trifásica, sumamente tóxica, que explotó.

Hacinamiento

La falta de ventilación en el local, sumada al hacinamiento y al hecho de que la puerta principal del espacio se encontraba cerrada para impedir la entrada de más jóvenes, causaron la tragedia, señaló una familiar de Jorghen Castro, de 17 años, una de las víctimas mortales. «Jorghen muere porque cayó por una escalera y le cayó mucha gente encima. Cuando sus amigos trataron de rescatarlo, ya no había nada que hacer», señaló.

A pesar de que decenas de jóvenes intentaban abrir la puerta para escapar, y varios de ellos murieron justamente aplastados contra la puerta, según señalaron las fuentes, durante más de 20 minutos permanecieron encerrados, hasta que lograron romper los barrotes de una ventana (en Venezuela los barrotes en las ventanas son comunes para impedir robos) y comenzaron a salir por ella. Las primeras víctimas y heridos llegaron al hospital transportados por unidades de la Guardia Nacional, llamada para detener el tumulto.

El ministro del Interior, Néstor Reverol, cifró en 17 el número de muertos al dar el parte oficial pero en la morgue de la policía, en Caracas, el número de cadáveres trasladados desde el hospital Pérez Carreño, cercano a la zona de los hechos, ascendía a 21. El funcionario indicó que siete personas relacionadas con el Club Ecuatoriano fueron detenidas, incluyendo el gerente del local, y que el mismo «ha sido clausurado definitivamente». Dos de esos detenidos son, supuestamente, parte del grupo que accionó la lacrimógena.