Las fortalezas y puntos débiles de los tres favoritos para liderar el PP

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Los expertos destacan la experiencia de Sáenz de Santamaría y Cospedal, pero que Casado representa la renovación

03 jul 2018 . Actualizado a las 13:18 h.

Soraya Sáenz de Santamaría, María Dolores de Cospedal y Pablo Casado son los tres aspirantes con posibilidades de ganar las primarias del PP. Estos son sus puntos débiles y fuertes, según los politólogos consultados por La Voz.

SÁENZ DE SANTAMARÍA

Fortalezas: «Gran experiencia de gestión como exvicepresidenta y en la oposición, donde ejerció como azote del Gobierno de Zapatero», señala Astrid Barrio. Para Fran Carrillo, «el apoyo de los medios, algunos barones territoriales y gente con peso en el partido». «Se la puede visualizar como presidenciable a largo plazo», añade. Elena Garcia-Guereta destaca «su valoración en las encuestas, más alta que la de los demás integrantes del anterior Gobierno». Santiago Martínez apunta que «electoralmente tiene mejor encaje y algunas encuestas dicen que con ella de candidata el PP subiría cuatro puntos». Resalta que «tuvo la gestión y el control del CNI» y, por tanto, «posee información que le podría ser útil en esta carrera, si no lo ha sido ya».

Debilidades: «Ha cometido algunos errores en la gestión de la crisis con Cataluña que le pueden pasar factura», asegura Barrio. Carrillo coincide en señalar «su gestión en el Gobierno y en el conflicto con Cataluña», y añade que «ideológicamente se desconoce su posicionamiento, y las primarias no son un ejercicio de pragmatismo político». Como punto débil, García-Guereta señala que «no es renovador elegir a quien ha sido la mano derecha de Rajoy desde el 2004, y parece tener pocos apoyos orgánicos». Martínez resalta que «tiene enemigos dentro del PP que no le perdonan haberse puesto de costado en los momentos más difíciles con los casos de corrupción».

COSPEDAL

Fortalezas: Carrillo destaca que «controla el aparato el partido». Barrio, que tiene «experiencia de gestión como presidenta de Castilla-La Mancha y en su vertiente organizativa como secretaria general del PP». García-Guereta pone de relieve que es «solvente y leal y ha dado la cara por el PP, poniendo en juego la suya». Además, como secretaria general «debería recibir el apoyo de buena parte del aparato central y territorial». Martínez señala que como secretaria general «ha podido crear más y mejores relaciones a nivel territorial».

Debilidades: «Es la candidata menos idónea para que el PP pueda vender estas primarias como regeneración, porque se la asocia claramente con Rajoy y esto le genera una transferencia de valor negativa de la que la mayoría del partido es consciente, y por eso es la que menos posibilidades tiene», estima Martínez. «Sería la candidata soñada por Ciudadanos», concluye. Para Carrillo, «su gestión en diferido». Barrio señala que su experiencia al frente del partido «a su vez es un punto débil, porque ha sido durante mucho tiempo la cara visible en la gestión de los escándalos de corrupción» y sostiene que «la famosa indemnización en diferido a Bárcenas la perseguirá de por vida». García-Guerra asegura que «supone poca renovación y el roce con los escándalos que han afectado a su partido»

PABLO CASADO

Fortalezas: «Juventud, renovación y los militantes jóvenes», asegura Carrillo. «Representa la juventud, la renovación del partido y la ausencia de vinculación con los escándalos de corrupción, lo que le sitúa como un candidato que podría competir bien con Rivera y Sánchez», estima Barrio. «La palabra regeneración cobraría más sentido con él, puesto que no se ve salpicado por la gestión del anterior Gobierno», considera Martínez. «Tiene buena imagen y habilidades retóricas y es probablemente el peor candidato para Ciudadanos, porque es del perfil de ese partido y bloquearía parte de la transferencia de votos azules al partido naranja», afirma. «Estos años ha intentado ganar fuerza en el PP a nivel orgánico y territorial y los avales que presentó lo ponen en evidencia», concluye.

Debilidades: «Inexperiencia y enemigos internos», resume Carrillo. «El asunto del presunto trato de favor en sus estudios puede suponer un lastre», afirma Barrio. «Tiene el gran hándicap del problema de la convalidación de sus estudios y su amplio currículo bajo sospecha, que le podría traer graves problemas en el futuro, incluso judiciales», sostiene Martínez.