Las grandes innovaciones son imposibles sin respaldo público

Elisa López Aguado MADRID

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Madrid ha acogido la I Cumbre de Innovación Tecnológica y Economía Circular, que ha contado con la presencia de Barack Obama

07 jul 2018 . Actualizado a las 13:30 h.

El mundo está cambiando a velocidades vertiginosas. Eso no es novedad. Tampoco lo es que desconocer las últimas innovaciones supone quedar automáticamente fuera de juego. Pero en realidad, ¿estamos tomando las riendas y aprovechando el presente tecnológico que vivimos o nos vemos absolutamente sobrepasados por él?

De esta reflexión nace la I Cumbre de Innovación Tecnológica y Economía Circular, cuyo objetivo es concienciar sobre los beneficios para la sociedad y el medioambiente de este nuevo modelo. Advanced Leadership Foundation (ALF), la entidad organizadora, congregó este viernes a más de 2.000 personas en el Madrid Marriott Auditorium Hotel & Conference Center. Entre los asistentes se encontraban los 300 líderes de opinión españoles que fueron seleccionados de entre 1.957 candidatos.

Juan Verde, presidente de ALF y exasesor del presidente de Estados Unidos Barack Obama, dio el pistoletazo de salida a la jornada, acompañado del presidente de la Cámara de Comercio de España y la Fundación Incyde, José Luis Bonet, y de la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena. La alcaldesa pronunció un alegato a favor de las ciudades que «abrazan la naturaleza» y recordó que para poder hacerlo es necesario dar rienda suelta a la creatividad y la innovación y también contar con el apoyo de las instituciones públicas.

La primera mesa redonda de la mañana contó con Dasho Karma Ura, ministro de la Felicidad del Reino de Bután, y Bernardo Kliksberg, asesor de Naciones Unidas. Fue el momento de mayor reflexión de la cumbre. Kliksberg planteó a la audiencia los nueve macrodesafíos a los que cree que se enfrenta ahora la Tierra, «un planeta errante». Entre ellos destacó la condición de la mujer. «Serán necesarios 174 años hasta que se alcance la igualdad total en términos salariales», precisó. También habló de la coexistencia de la riqueza y la pobreza «en un mundo en el que se produce un 40% más de alimentos de lo que necesitan los 7.000 millones de habitantes y, al mismo tiempo, el hambre mata más que el sida y la tuberculosis juntas», y recordó la profunda crisis de valores actual. Sobre este último punto versó el discurso de Karma Ura, quien defendió que la aspiración primera del ser humano es experimentar la felicidad y que, para que eso sea posible, el marco en el que las personas se mueven debe ser acorde. Predicando con el ejemplo, ya que Bután es el único país del mundo que cuenta con Ministerio de la Felicidad, abogó por instituciones y leyes que respondan a la necesidad de ser feliz. Ura se valió de un dicho butanés para resumir su teoría, «si naces en una montaña de oro, entonces tu comportamiento también es de oro. Pero si naces en una montaña tóxica, tu comportamiento también lo será».

La conversación viró de dirección con la intervención de Christopher Pissarides, Premio Nobel de Economía 2010. El griego explicó que desarrollar ideas e inventos que rompan con todo lo establecido es imposible si no se cuenta con el respaldo de los gobiernos y las universidades. Las cifras hablan por sí solas, «solo un 1% del PIB de España se invierte en i+D; o en Alemania, un 3%», recordó Pissarides, «hace falta hacer mucho más». Otra pata de su discurso fue la creación de empleos verdes. A sus ojos, está directamente relacionada con la educación de los consumidores. Si la sociedad no aprende a querer y valorar más productos verdes y a pagar por ello, será difícil que la «industria verde» crezca. Y recordó que para ello, el contar con gobiernos que respalden e impulsen este cambio es esencial.

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El momento más esperado del día llegó con la ponencia del cuadragésimo cuarto presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Fue recibido en el escenario como si de una estrella de rock se tratara, con una audiencia impaciente y nerviosa, esperando con ansia los acordes de la primera canción. Si tuvo ocasión de valorar las cualidades de su sucesor, Donald Trump, prefirió no hacerlo. Obama se centró en explicar que el mundo necesita nuevos modelos educativos que incentiven la aparición de nuevos líderes en diferentes campos. «Los jóvenes tienen mucho entusiasmo e ideas disruptivas pero nadie les pregunta su opinión, debemos empoderarles», defendió. Haciendo referencia al papel de las instituciones en el futuro de la sociedad, el expresidente recordó que «ahí fuera hay un niño que dentro de unos años dará con la cura para el cáncer, y otro que encontrará la nueva fuente de energía renovable que resolverá todos los desafíos a los que nos enfrentamos. Pero para que esos niños puedan llevar a cabo su tarea debemos asegurar que la inversión en ciencia sea relevante y sostenible en el tiempo, no algo secundario». Antes de abandonar el auditorio, Obama quiso recordar que no ha habido un tiempo mejor para vivir que el presente. «El mundo nunca ha sido tan rico ni ha estado tan sano y tan bien educado; nunca ha vivido menos conflictos, menos violencia, menos enfermedades que hoy. Debemos aprovechar el ahora y dirigir el progreso con imaginación, valentía y esperanza».

Cerraron la sesión matinal de la cumbre la ponencia de Albert Rivera, líder de Ciudadanos, quien animó a los asistentes a participar en el mapa político y de defender las causas en las que creen; la del Premio Nobel de Economía 2014, Finn E. Kydland; y la mesa compuesta por la Directora de Relaciones Internacionales de Microsoft, Montserrat Pardo, el Secretario General de la Organización Mundial de Turismo, Zurab Pololikashvili, el Vicesecretario General de Comunicación del Partido Popular, Pablo Casado, y la Directora de Medioambiente de la International Finance Corporation, Alzbeta Klein. Cabe destacar que, según Klein, la mayor parte de los hitos que sucederán en términos de economía circular tendrán lugar en países emergentes como India y China. Por otro lado, Casado reconoció que los políticos deberían cambiar a la velocidad a la que lo hacen startups y empresarios dedicados a la innovación. «Hacen falta líderes que sean capaces no solo de predecir lo que va a pasar, sino de decidir qué es lo que pasa en sus respectivos países».

Tras una intensa sesión de formación para los 300 líderes seleccionados por ALF, la cumbre llegó a su fin con tres ponencias finales. Por el escenario pasaron el Director General de Inversiones de A&G Banca Privada, Diego Fernández Elices, el director de la International Finance Corporation Peer Stein, y el fundador de TicketBis, Ander Michelena, quien aprovechó, además, para anunciar que se aliará con el chef Eneko Atxa en un futuro próximo para llevar a cabo «una gran idea». También comparecieron el Premio Nobel de Física 2017, Barry Barish, el experto en educación Richard Gerver, y el presidente electo de Colombia, Iván Duque.