Aplicar la crema media hora antes de tomar el sol, otro mito caído

Raúl Romar García
R. ROMAR REDACCIÓN / LA VOZA

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M.MORALEJO

Una nueva investigación prueba que basta con cinco minutos

08 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La recomendación se ha convertido en un auténtico dogma de fe. En una verdad asentada en el imaginario colectivo casi tan infalible como que el tabaco es la principal causa de cáncer de pulmón o que el consumo exagerado de bollería industrial es la antesala de la obesidad. La crema protectora debe aplicarse media hora antes de exponerse a los rayos solares. El principio parecía inmutable, pero el mito empieza a tambalearse. Ahora se ha demostrado que basta con extenderla sobre todo el cuerpo cinco minutos antes para conseguir el mismo efecto fotoprotector. Es lo que ha probado un equipo de investigadores de la Universidad de Málaga en un artículo publicado en la Revista de la Academia Europea de Dermatología

La experiencia de los dermatólogos con sus pacientes ya les había sugerido la posibilidad de que no era necesario ponerse la crema con tanta antelación, pero lo quisieron certificar de forma experimental. El equipo utilizó técnicas in vitro en el laboratorio de Fotobiología de la Universidad de Málaga, desde donde realizaron un seguimiento de la evolución de la crema por simulación solar, a través de medidas de transmisión espectral obtenidas tras el primer minuto de exposición, a los cinco, a los diez, a los veinte y a los treinta. 

«El simulador solar produce la misma longitud de onda que originan los rayos solares de distinto tipo, ultravioleta A y B. A las personas que participaron en el experimento les aplicamos la fotoprotección en distintos tiempos y comprobamos que el efecto era el mismo si se ponía a los cinco minutos que a los treinta», constata Enrique Herrera Ceballos, el coordinador de la investigación. Incluso cabe una precisión, si la crema se esparce en casa media hora antes de ir a la playa puede ser peor. ¿Por qué? «Porque si luego nos ponemos una camiseta o un pantalón el fotoprotector se pega a la ropa y pierde parte de su protección», responde Herrera, catedrático de Dermatología Médico-Quirúrgica y Venereología de la Universidad de Málaga y Jefe de Servicio de Dermatología del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria. Para evitar este contratiempo es preferible administrarla en la misma playa, en una zona de sombra, antes de tumbarse al sol. 

Generosidad en la aplicación

Lo que ahora parece claro es que «la coletilla que se hacía siempre de aplicar la crema treinta minutos antes de la exposición a los rayos solares ya no tiene sentido, como tampoco lo tenía la recomendación de esperar dos o tres horas para bañarse después de comer», corrobora Herrera, que se refiere al popular mito del corte de digestión que amargó durante décadas la infancia de miles de niños.

Sin embargo, no conviene bajar la guardia, porque es necesario seguir siendo ser muy estrictos con la administración del fotoprotector para evitar riesgos en forma de un futuro cáncer de piel. Debe aplicarse cada dos o tres horas y de forma generosa, en una cantidad de dos miligramos por centímetro cuadrado de piel. «Un bote de 60 mililitros -apunta el experto- no debe durar más de entre 15 y 20 días para una persona que vaya a la playa de dos a tres veces por semana. Y hay veces en que les dura todo el verano e incluso tienen para el siguiente».

El fotoprotector tampoco ofrece una licencia para achicharrarse. Es una herramienta para prevenir el cáncer de piel, pero que debe reforzarse con otras acciones, como evitar las horas de máxima exposición solar y protegerse con gafas, sombreros y, según los casos, incluso con camisetas.