Sánchez y Merkel quieren que la UE dé más fondos a Rabat para frenar la crisis migratoria

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID / LA VOZ

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Consideran a Marruecos clave para frenar los flujos hacia Europa

12 ago 2018 . Actualizado a las 19:42 h.

Solucionar el problema de la migración desde la raíz. Pedro Sánchez y Angela Merkel se comprometieron ayer a apostar con determinación por que la Unión Europea intensifique la cooperación con los principales países africanos de los que proceden la mayor parte de los emigrantes que intentan llegar a Europa, así como con Túnez y Marruecos, territorios por los que atraviesan antes de intentar el salto a Ceuta y Melilla o de lanzarse directamente al Mediterráneo.

El presidente del Gobierno recibió ayer a la canciller alemana en el palacio de los Duques de Medina Sidonia, en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Tras compartir almuerzo, ofrecieron una breve rueda de prensa conjunta para defender la importancia de estrechar lazos con los países africanos como complemento necesario al refuerzo de los controles fronterizos y a los planes de acogida. Merkel concretó que desde la UE ya se están alcanzando acuerdos con «países de origen como Níger, Senegal o Ghana», y llamó a la necesidad de «intensificar la cooperación con Túnez y Marruecos», dada su situación estratégica. Sánchez le concedió «un papel clave» a este último reino, tratando de poner de relieve que «también sufre la presión migratoria», en lo que pareció una llamada a la necesidad de revisar los fondos que recibe de Bruselas para desempeñar un primer filtro con los subsaharianos. La última propuesta de la UE a Rabat alcanzó los 27 millones de euros, una cifra muy lejana de los 3.000 millones que recibe Turquía para el mismo fin.

Merkel completó un llamamiento a todos los países de la Unión para que arrimen el hombro, ya que «solo de manera conjunta podremos ser fuertes», dijo. «Ningún país puede eximirse», añadió.

Por su parte, el jefe del Ejecutivo denunció falta de apoyos internos en España y se quejó del «oportunismo de aquellos que proponen las soluciones fracasadas del pasado», en clara referencia al PP y Ciudadanos, dos partidos que han puesto en duda la eficacia de sus políticas en la materia. Ambos denunciaron al trato de favor dispensado en un primer momento al Aquarius respecto a los que llegan a diario en patera y la decisión de suprimir las concertinas de las vallas fronterizas. Sánchez rechazó esta visión y volvió a hacer gala de las decisiones de su Ejecutivo. «En dos meses ha destinando 30 millones para reforzar la acogida, así como el establecimiento de un mando único para coordinar los flujos migratorios», destacó. Una vez más, ayer volvió a ser objeto de las críticas populares mediante un vídeo difundido por Génova en el que lo acusan de ofrecer «papeles para todos».

Sánchez empleó su comparecencia para anunciar que si logra aprobar los Presupuestos del 2019, «se procederá a rescatar el fondo solidario de migraciones para comunidades autónomas» suprimido en su día por el anterior Gobierno. Otro de los pequeños quebraderos de cabeza que están aquejando a Pedro Sánchez relacionados con la cuestión migratoria procede desde el seno de su propio partido. La Junta de Andalucía, presidida por su rival en las primarias por la dirección de Ferraz, Susana Díaz, alzó recientemente la voz contra la pasividad de Moncloa a la hora de solucionar la elevada carga con la que lidia esta comunidad en labores de acogida de los menores extranjeros no acompañados, que sitúa en unos 3.600. El presidente del Gobierno se comprometió a lograr un acuerdo entre todas las comunidades autónomas para repartir las labores de acogida de estos menores.