Deserción en masa de familiares en el funeral por los muertos en Génova

María Signo ROMA / CORRESPONSAL

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MARCO BERTORELLO | afp

El M5E impone a la Liga el proceso para rescindir la concesión de autovías a Autostrade

18 ago 2018 . Actualizado a las 08:19 h.

La rabia y la polémica acompañarán hoy, día de luto nacional, el funeral oficial por las víctimas del derrumbe del puente Morandi en el palacio de exposiciones de Génova ante la presencia del presidente de la República, Sergio Mattarella, y el jefe del Gobierno, Giuseppe Conte, entre otros. Los que no estarán serán la mayoría de los familiares de los 38 fallecidos. Diecisiete de las familias rechazaron acudir a la ceremonia, mientras otras siete aún no han tomado una decisión.

Uno de los más duros con las autoridades fue Roberto Battirolo, padre de Giovanni, uno de los cuatro jóvenes de Nápoles. «Mi hijo no será un número en el elenco de muertos causados por la incapacidad italiana», escribió en el web. «No queremos una farsa-funeral, sino uno en casa, en nuestra iglesia de Torre del Greco», sentenció. La misma opinión mostró Nunzia, la madre de Gerardo Espósito: «Es el Estado quien han causado esto, no tienen que dejarse ver aquí. El desfile de los políticos ha sido una vergüenza». En la tarde de ayer sus familias y las de sus dos amigos: Matteo Bertonati, Antonio Stanzione, los despidieron con una ceremonia privada. Denise, hermana de Andrea Vittone, fallecido junto a su esposa y sus dos hijos, rechazó igualmente el funeral de hoy porque «no tengo confianza en este Estado».

«No quieren participar en la pasarela y les entiendo. Si en lugar de gastar el dinero en venir aquí se lo dieran a esta pobre gente estaría mejor», comentó el sacerdote Mauro Brezzo, capellán del hospital San Martino que estos días conforta a los heridos y a los familiares de las víctimas.

Los miembros del Movimiento 5 Estrellas del Gobierno se han impuesto en la polémica sobre si abrir o no a Autostrade el procedimiento para cesar la concesión de la gestión de las carreteras. Así uno de ellos, el ministro de Transportes, Danilo Toninelli, fue el encargado de anunciar el inicio del fin de la gestión de esa empresa. «Queremos cambiar todo», dijo en un intento de cerrar las desavenencias entre los dos vicepresidentes, Luigi Di Maio y Matteo Salvini. Las palabras del líder de la Liga exigiendo de la empresa «fondos para las familias de las víctimas, los heridos, los desalojados y toda Génova» dio a entender una marcha atrás del Ejecutivo en la decisión hasta que Di Maio reaccionó enfadado que «quién no quiere revocar la concesión tendrá que pasar por encima de mi cadáver».

Rotura de un tirante

El Ministerio de Transportes ha mandado ya una inspección mientras exigía a Autostrade la entrega, en quince días, de un informe completo sobre las operaciones de mantenimiento del puente realizadas hasta ahora. Entre las hipótesis que se barajan sobre el desplome del puente Morandi se apunta a la rotura de un tirante de hormigón.

Bajo el puente, los socorristas continúan la búsqueda de desaparecidos, cuyo número Protección Civil ha reducido a cinco. Se ha demolido un gran bloque de hormigón que había caído sobre el torrente a fin de facilitar los trabajos de búsqueda. La fiscalía que investiga las causas del desplome del viaducto precintó ayer la parte del puente y los cascotes están siendo trasladados a un depósito para su análisis.

«Vi la cara de la muerte», dice el camionero que se salvó

Su camión verde con el logo Basko, una cadena de supermercados de Génova, abandonado a tan solo unos metros del abismo es una de las imágenes que quedarán de la tragedia del puente Morandi. Tres días después, el camión fue retirado de lo que queda del viaducto de la A10. «Vi la cara de la muerte», contó Luigi Fiorillo, de 37 años. «De pronto todo tembló. El coche que tenía delante desapareció, pareció tragado por las nubes. Levanté los ojos y vi el pilar del puente que caía. Frené. No solo frené, sino que clavé el coche bloqueando las ruedas. De manera instintiva cuando vi el vacío delante, puse la marcha atrás para intentar escapar de aquel infierno. Después salí del coche y eché a correr». Está vivo de milagro, ya que todos los coches delante del suyo se precipitaron al vacío.

Una fortuna que le faltó a la niña y al niño fallecidos junto a sus padres. «El coche estaba irreconocible y cuando vi el osito, me eché a llorar», explica Domenico Remonti, un veterano experto en rescates a punto de jubilarse. «Pone los pelos de punta imaginar lo que pudieron pensar mientras caían del puente», explica.

El policía Marco Gastaldi se ha hecho famoso. La mañana de la tragedia salía del túnel con su colega Antonio Fiore cuando oyeron un gran ruido y vieron a la gente asustada escapando del puente. Con calma y determinación, como se ve en un vídeo, Marco se hizo cargo de la situación mandando a los automovilistas dentro del túnel, tranquilizándolos y organizando el desalojo. «Cuando me giré por última vez hacia el desastre, recé por los muertos», dice emocionado.

Como homenaje a las 28 víctimas hoy las luces del Coliseo de Roma se apagarán entre las 22 y las 23 horas. Además se han suspendidos todos el espectáculo programado para hoy.