«Los precios se han triplicado dos veces en una semana», se quejan los venezolanos

PEDRO GARCÍA OTERO CARACAS / CORRESPONSAL

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La cesta básica de la compra ya equivale a cuatro salarios mínimos en Caracas

23 ago 2018 . Actualizado a las 08:05 h.

El café por el que Jacqueline Gutiérrez pagó un millón y medio de bolívares el martes de la semana pasada había subido a 2,6 millones el viernes (último día del antiguo cono monetario venezolano) y amaneció el lunes, con la nueva denominación del bolívar, ahora llamado soberano, a 35 bolívares (3,5 millones del viernes). «Los precios se han triplicado dos veces en la semana», señalaba la dama en una cafetería del centro de Caracas.

Lo que para Gutiérrez es sorpresa, para Amira Sánchez, un ama de casa de la misma ciudad, es drama: la carne subió de cinco millones el viernes a nueve millones el lunes. Y mientras espera el aumento de sueldo de 3.300 % anunciado por Nicolás Maduro, su disyuntiva son sus tres hijos. «No voy a tener cómo alimentarlos como esto siga así», se desespera.

Ese desánimo ya ha arrojado a la diáspora a 5 millones de venezolanos. Ella misma, y su esposo, están gestionando la visa de responsabilidad democrática que otorga el Gobierno de Chile a los venezolanos que quieren establecerse en el país austral.

Aunque el Gobierno de Maduro ha señalado que no permitirá aumentos de precios, estos se han disparado con el nuevo sistema monetario que complica a los compradores cuando elimina cinco, y no seis, ceros al bolívar, en medio de una hiperinflación que solo en el último año es del 46.000 %, según cálculos de la oenegé Cendas (no hay cifras oficiales).

La inflación, tras los anuncios del viernes, ha subido al 4 % diario, según esta misma oenegé, que señala que la cesta básica, aún tras el ajuste salarial, equivale a cuatro sueldos mínimos.

El Gobierno anunció ayer una lista de 25 productos con precios acordados, entre los cuales está el de la carne que mortificaba a Amira Sánchez. Básicamente, ha reconocido una realidad: los precios controlados resultaban ridículos. Y además provocaban escasez.

Pero ha mostrado que no está dispuesto, tampoco, a que la inflación lo desborde. El fiscal general, Tarek Saab, anunció un operativo del Ministerio Público contra la revisión al alza de precios. El ministro del Interior, Néstor Reverol, arrestó al gerente y al subgerente de un hipermercado del este de Caracas por aumentar precios y mostró las imágenes en televisión.

Intento de control fallido

Además, el Gobierno ha «supervisado» a Farmatodo, la principal cadena de farmacias y parafarmacias del país, y la ha obligado a rebajar sus precios. Su impacto, sin embargo, llega solo a las grandes cadenas. En los pequeños comercios los aumentos son galopantes.

El Ejecutivo aspira a que la llegada masiva de remesas, impulsada por la diáspora de venezolanos, y el incremento del salario mínimo a un equivalente a 30 dólares mensuales (aunque el bolívar se devaluó también más de un tercio en un solo día), ayuden a la gente a capear mejor el temporal. Pero los economistas están indicando que ese ajuste salarial, para el día de su ejecución, vuelva a valer los dos dólares que eran el sueldo mínimo antes de los anuncios del viernes.