Trump solicita a la ONU ayuda internacional para «restaurar la democracia en Venezuela»

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SPENCER PLATT | afp

El presidente de EE.UU. pide «aislar al régimen de Irán» mientras ha prometido más sanciones contra Teherán

26 sep 2018 . Actualizado a las 13:24 h.

Un año después de firmar un polémico debut, Donald Trump ha regresado este martes a la Asamblea General de Naciones Unidas con una pesada mochila a sus espaldas. El presidente de EE.UU. se ponía frente a los líderes del máximo escenario diplomático mundial con un discurso marcadamente nacionalista, con algunas sonadas enemistades y con las espadas en ristre con algunos poderosos socios como China o Irán. 

Trump llegaba con el cargador bien pertrechado. Y sus palabras lo demostraron.

El presidente arrancó poniendo sobre la mesa todos sus logros en estos años de Gobierno. Que no quedara duda de todo lo conseguido. Como si de un discurso de campaña electoral se tratase, Trump olvidó la audiencia ante la que se encontraba -los máximos representantes de 193 países de todo el mundo- y se dispuso a presumir. Lo hizo de lo que él mismo considera unos «avances sin precedentes» en un país que ahora es «más fuerte, más seguro y más rico» que cuando él aterrizó en el Despacho Oval en enero del 2017. «En menos de dos años hemos conseguido más que casi ningún otro Gobierno en la historia de nuestro país», sentenció un hiperbólico Trump desatando una ola de sonoras risas entre algunos de los asistentes al foro multilateral.

Una vez cumplida la obligada parte de enorgullecimiento, llegó el momento para recordar a los demás lo que estaban haciendo mal. Trump pidió ayuda a sus socios para «restaurar la democracia en Venezuela», donde a su juicio «un régimen represivo» guiado por el socialismo ha declarado en bancarrota la nación y ha sumergido a su pueblo en la pobreza. Él ya se ha puesto manos a la obra para conseguirlo y, antes de solicitar la ayuda en la ONU, anunciaba un paquete de nuevas sanciones contra el entorno del presidente Nicolás Maduro, unas ordenanzas que afectarán -entre otros- a la mujer del mandatario, Cilia Flores, y al ministro de Defensa, Vladimir Padrino.

También tuvo palabras para Irán. El presidente de Estados Unidos pidió a sus colegas internacionales, sin tapujos y directamente, que aislaran al régimen de Irán, a la vez que prometió imponer más sanciones a Teherán a parte de las que ya entrarán en vigor en noviembre.  «No podemos permitir que el principal patrocinador del terrorismo en el mundo posea las armas más peligrosas del mundo o los medios para atacar con una cabeza nuclear», añadió. También defendió que «muchos Gobiernos en la región apoyaron» su decisión de retirar a Estados Unidos del «horrible» acuerdo nuclear firmado en el 2015 con Irán junto con Francia, el Reino Unido, China, Rusia y Alemania. «El acuerdo era dinero caído del cielo para los líderes de Irán. La dictadura usó los fondos para construir misiles y financiar el caos y las masacres en Siria y Yemen», afirmó.

«Estados Unidos primero»

Pero si hay algo que ha destacado en el discurso de Trump ha sido la importancia de «proteger la soberanía» de su país. Ese «Estados Unidos primero» que ha llevado por bandera desde que comenzó su andadura para conquistar la Casa Blanca. Trump criticó el sistema de comercio mundial y pidió un comercio justo y recíproco en plena guerra arancelaria con China: «Muchos países en esta sala estarán de acuerdo en que el sistema de comercio mundial necesita urgentemente un cambio», dijo Trump. «Fueron admitidos países en la Organización Mundial de Comercio que violan todos los principios en los que se basa la organización», señaló.

El presidente expuso algunas de las prácticas que no tolerará durante su mandato. El robo de la propiedad intelectual o el dumping (venta por debajo del precio de coste» no tendrán cabida en su país. «Esos días terminaron, no seguiremos tolerando esos abusos. No permitiremos que se abuse de nuestros trabajadores, que se engañe a nuestras empresas ni que nuestra riqueza sea saqueada y transferida». «Estados Unidos nunca pedirá perdón por proteger a sus ciudadanos», añadió, además de arremeter especialmente contra China.

También ha arremetido contra la Corte Penal Internacional (CPI) de la que asegura que no tiene «legitimidad ni autoridad» y rechazó la «ideología de lo global» como una amenaza a la soberanía nacional y el patriotismo. «Nunca cederemos la soberanía estadounidense a una burocracia que no rinde cuentas ni ha sido elegida por nadie. Rechazamos la ideología de lo global y abrazamos la doctrina del patriotismo», agregó.

Trump tenía más guardado en el bolsillo. Anunció ante el organismo que limitará a un 25 % su contribución a las misiones de paz de la ONU y avisó de que revisará la ayuda exterior que los suyos conceden a otras naciones: «De ahora en adelante, solo vamos a dar ayuda extranjera a los que nos respeten, y francamente, a los que son nuestros amigos. Les he dicho a los negociadores que Estados Unidos no pagará más del 25 % del presupuesto de operaciones de paz de la ONU». EE.UU. financia actualmente el 28 % de las misiones de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas, que cuentan con un monto total de 7.900 millones de dólares.