La OTAN inicia las mayores maniobras militares desde el fin de la Guerra Fría

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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VALDA KALNINA | Efe

Los aliados sacan músculo y envían un mensaje disuasorio a Rusia

25 oct 2018 . Actualizado a las 08:06 h.

En un mensaje disuasorio dirigido a Rusia, la OTAN inicia este jueves sus mayores maniobras militares desde el final de la Guerra Fría. Bajo el nombre de operación Trident Juncture 2018, en dos semanas de ejercicios en Noruega participarán 50.000 soldados, 10.000 vehículos y más de 250 aviones de combate y helicópteros y 65 barcos. El principal contingente de militares será de Estados Unidos, seguido por Alemania.

El objetivo de los ejercicios es entrenarse en el caso de que uno o varios de los 29 países aliados sufriera un ataque, en cuyo caso todos los socios tendrían que acudir en su defensa. Se trata de «demostrar la capacidad de defensa de la OTAN frente a cualquier adversario» afirmó el almirante estadounidense James Foggo, comandante jefe del ejercicio. «No apunta a ningún país en particular», agregó.

«En los últimos años ha empeorado claramente el entorno de seguridad en Europa», señaló por su parte el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en Bruselas. «Es importante mostrar que estamos en condiciones de defender a todo aliado contra cualquier tipo de peligro», añadió. Subrayó, sin embargo, que las maniobras no van dirigidas contra Rusia y explicó que este país y Bielorrusia aceptaron la invitación de la Alianza para participar con observadores en Trident Juncture, agregó.

Pero Rusia está en todas las mentes, tras haber llevado a cabo las mayores maniobras militares de su historia, en septiembre en Extremo Oriente. Aunque los responsables aliados lo nieguen, la situación de crisis en que un país puede ser atacado no había vuelto a ser objeto de entrenamiento prácticamente nunca tras la Guerra Fría hasta el 2014, cuando Rusia se anexionó la península de Crimea y comenzó a apoyar masivamente a los separatistas en Ucrania.

Desde entonces sobre todo los países del Este reclaman mayor protección de la Alianza y argumentan que tras su intervención en Ucrania no se puede descartar que el Kremlin interfiera en un país miembro de la OTAN para desestabilizarlo o incluso provocar una guerra.

Rusia ve la situación exactamente a la inversa: las maniobras desestabilizan la región, afirmó hace poco la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Sajarova. Sin dar detalles anunció que Moscú tomará «las medidas necesarias» para garantizar su seguridad. Aunque las maniobras se efectúan a respetuosa distancia de la frontera ruso-noruega, de 198 kilómetros en el Ártico, Moscú ya expresó su irritación.

La tensiones aumentan

El presidente Donald Trump ha añadido tensiones al amenazar el lunes con reactivar la carrera armamentística, dos días después de anunciar el retiro de Estados Unidos del tratado sobre armas nucleares de alcance medio (INF), firmado con Rusia en 1987. Ayer, el presidente Vladimir Putin dijo que su país se verá obligada a tomar represalias «de manera muy rápida y efectiva» si la Administración norteamericana cumple con su amenaza de retirarse del INF. Esto podría acarrear también serias consecuencias para Europa, alertó el jefe del Kremlin durante una conferencia de prensa con el italiano Giuseppe Conte en Moscú.