Los Pirineos podría perder la mitad de la nieve en el 2050 por culpa del cambio climático

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Según un informe, la temperatura en la cordillera ha aumentado un 30 % más que la media mundial en los últimos 50 años

13 nov 2018 . Actualizado a las 10:56 h.

En los últimos 50 años, la temperatura media en los Pirineos ha aumentado un 30 % más que la media mundial. Y en los últimos 35 han desaparecido la mitad de los glaciares. Y no se avecina mejoría alguna en los próximos años. Al contrario. Según un informe coordinado por el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático (OPCC), el espesor de la nieve en el Pirineo central podría reducirse a la mitad para el año 2050.

El documento, titulado El Cambio Climático en los Pirineos: impactos, vulnerabilidades y adaptación, pone sobre la mesa una dura realidad: la temperatura media en los Pirineos ha aumentado 1,2 grados en cinco décadas, mientras que la media mundial lo ha hecho en 0,85 grados. 

«El cambio climático es ya una evidencia indiscutible. Sucede en estos momentos y en estas latitudes», asegura Juan Terrádez, coordinador del informe, quien insiste en la importancia de seguir investigando el calentamiento global «y adaptarnos a sus consecuencias».

La investigación del OPCC se ha presentado este lunes en Zaragoza, en el marco de la jornada de Riesgos Naturales y Cambio Climático y ha contado con la participación de Idoia Arauzo, coordinadora el OPCC-CTP, quien considera fundamental «transmitir la urgencia de las medidas a tomar para limitar los efectos negativos y aprovechar las posibles oportunidades emergentes». 

«Si somos capaces de anticipar y gestionar los cambios que se producen, podremos encontrar fórmulas para hacer compatible la actividad humana y salvaguardar la naturaleza en los Pirineos», asegura.

Según informa Europa Press, el documento refleja también que algunas aves migratorias han adelantado su fecha de llegada hasta 10 días en los últimos 60 años. La investigación servirá para actualizar las bases del conocimiento científico en materia de impactos y vulnerabilidad del territorio en la coordillera y para consensuar los principales desafíos a los que se enfrenta. 

Además, el informe, que se ha presentado este lunes en Zaragoza, servirá de apoyo para una política basada en la evidencia científica. Según Arauzo, el objetivo es «proporcionar un documento de referencia para la comunidad científica y para los responsables de decisiones técnicas y políticas, así como el sector empresarial y toda la sociedad».

Desde la Comunidad de Trabajo de los Pirineos se entiende la lucha contra el cambio climático y la adaptación a sus efectos como una oportunidad de abordar los desafíos que tienen ante sí los Pirineos, como la pérdida de biodiversidad o los cambios en los paisajes y ecosistemas, relata Europa Press.

Preparar a la población ante los extremos climáticos, acompañar a los actores del territorio ante las sequías, reforzar la seguridad ante los riesgos naturales y asegurar la calidad de las aguas, tanto superficiales como subterráneas, son solo algunos de los desafíos a los que se enfrentará la cordillera en los próximos años. Además, la región deberá mantener su atractivo turístico para sacar provecho a las nuevas oportunidades. Y enfrentar la posible pérdida de la biodiversidad y los cambios en los ecosistemas, para adaptarse a la propagaci´pn de enfermedades, parásitos y especies invasoras. 

El Observatorio Pirenaico de Cambio Climático tiene como función principal realizar un seguimiento y comprender este fenómeno en los Pirineos para ayudar al territorio a adaptarse a sus impactos. Su visión es la de ser la plataforma de referencia sobre conocimiento en adaptación al cambio climático en ecosistemas de montaña.

Es una iniciativa transfronteriza de cooperación territorial en materia de cambio climático de la Comunidad de Trabajo de Pirineos (CTP), lanzada en 2010 bajo la presidencia de Midi-Pyrénées. Los componentes son el Principado de Andorra y los Gobiernos de Nouvelle-Aquitaine, Aragón, Cataluña, País Vasco, Navarra, y Occitanie. El proyecto ha sido cofinanciado al 65 por ciento por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) a través del Programa Interreg V-A España-Francia-Andorra (POCTEFA 2014-2020).