Desvelado el misterio de las heces en forma de cubo de los wombats

La Voz REDACCIÓN

ACTUALIDAD

GregTheBusker | Wikimedia

«Llegué a este tema porque nunca había visto algo tan curioso en biología. Era un misterio», relata la investigadora que ha realizado la investigación

19 nov 2018 . Actualizado a las 20:08 h.

Desvelado uno de los grandes misterios biológicos del reino animal. Y es que un grupo de científicos ha descubierto la razón por la que las heces de los wombats, una familia de marsupiales de patas muy cortas que habitan en Australia, tienen forma de cubo. 

La investigadora Patricia Yang, científica postdoctoral en ingeniería mecánica en el Instituto de Tecnología de Georgia, junto a los coautores del estudio Scott Carver, David Hu y el estudiante universitario Miles Chan, comprobaron, según recoge Europa Press, que en los wombats las heces cambiaron de estados similares a líquidos a estados sólidos formados por pequeños cubos separados cerca del extremo del intestino. El equipo concluyó que las propiedades elásticas variables de las paredes intestinales de los vombátidos permitían la formación de estas heces en forma de cubos.

Animal Wire | YouTube

Una forma poco común, pero práctica. Estos animales son vegetarianos y deponen cada día entre 80 y 100 excrementos para delimitar su territorio y comunicarse mediante el olor. Para ello eligen lugares visibles porque su agudeza visual es baja. Cuanto más alta y mejor colocada está la pila de excrementos, más atrae a otros wombats para olfatear y entrar en contacto, informa DPA. Y aquí es donde la forma desempeña un papel decisivo, porque las heces no deben rodar, como harían si fueran redondas, sino apilarse en lugares determinados.

«Llegué a este tema porque nunca había visto algo tan curioso en biología. Era un misterio», contó Yang.

Al principio pensó que los excrementos en forma de cubo eran una broma que aparecía en Internet, dice DPA. Pero después empezó a diseccionar e investigar justo a sus colegas el tracto digestivo de los wombats, utilizando animales sacrificados tras sufrir accidentes de tráfico en la isla de Tasmania.

Y este curioso descubrimiento podría tener también aplicaciones técnicas: «En estos momentos hay dos posibilidades de crear formas de cubo: mediante moldes o cortando», explica Yang. Pero quizá también podrían hacerse, como hacen estos animales, con ayuda de tejidos flexibles.