Día Universal del Niño: 262 millones menores no van a la escuela

La Voz

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M. Moralejo

70 años después de la aprobación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos el acceso a la educación es aún una quimera para millones de menores

20 nov 2018 . Actualizado a las 18:46 h.

Cada día 14.700 niños menores de 5 años mueren en el mundo por causas que se pueden prevenir y más de 200 millones sufren algún tipo de desnutrición. Además 262 millones de niños no acuden a la escuela, 73 millones trabajan en las condiciones más extremas y 1.000 millones de menores han sufrido algún tipo de violencia en el último año. Todavía queda mucho por hacer, aunque en las últimas décadas se hayan conseguido grandes logros para la infancia, como la reducción a más de la mitad de las tasas de mortalidad infantil. No es suficiente, recuerdan desde Unicef. Y lo avalan con los datos que comparten para conmemorar que este 20 de noviembre, además del Día Universal del Niño, se cumplen 29 años desde que se firmó la Convención sobre los Derechos del Niño, un tratado internacional que muchos países siguen incumpliendo.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia ha hecho un llamamiento a «pintar el mundo de azul» para visibilizar los derechos infantiles y su defensa con motivo de la celebración del Día Universal de los Niños. En una campaña protagonizada por la actriz Millie Bobby Brown (Eleven en la serie de Netflix Stranger Things), Unicef pide a la ciudadanía que se vista de azul como muestra de su interés por la defensa de los derechos de la infancia. Asimismo, la campaña insta a firmar una petición para solicitar a los dirigentes mundiales que se comprometan a cumplir los derechos de cada niño en el presente y en las generaciones futuras.

«En este Día de los Niños, Unicef hace un llamamiento a los niños y adultos de todo el mundo para que se vistan de azul en apoyo de los derechos de la infancia», asegura la carismática actriz en el vídeo promocional, totalmente vestida del color de la campaña y al mando de un equipo de niños que lanzan el «Código Azul».«Al firmar nuestra petición, le dices al mundo que crees en un futuro mejor para los niños, y ayudas a Unicef a convertir en realidad ese futuro», insiste la joven.

Durante el anuncio, Brown se pone en contacto con personajes de la talla de los actores Liam Neeson y Orlando Bloom («Bluem», con motivo de la acción) o de la cantante Dua Lipa («Blua» Lipa) para conseguir su apoyo para la causa. «A los niños se les arrebatan sus derechos cada día. Nos gustaría construir un mundo donde cada niño aprenda, esté a salvo del peligro y pueda desarrollar su máximo potencial, y sabemos que a ti también», explican desde la organización.

La violencia y el cambio climático son las mayores preocupaciones de los niños y adolescentes europeos, según una encuesta lanzada por Unicef y el Parlamento Europeo respondida por más de 13.600 jóvenes de más de 23 países de Europa, que se presentará con motivo del Día Universal del Niño en el Parlamento Europeo en un acto en el que participan 40 niños y jóvenes, entre ellos dos españoles. Asimismo, entre otros datos, la encuesta revela que las cuestiones que los jóvenes creen que hay que abordar para sentirse seguros en las escuelas son «acabar con el bullying y garantizar que nadie sufra maltrato por ser diferente».

La mejor escalera para salir de la pobreza

«Todo nuestro trabajo tiene un único fin: lograr que todos los niños y niñas, estén donde estén, tengan las mismas oportunidades y no tengan más preocupación que la de ser niños», ha subrayado el director ejecutivo de Unicef Comité Español, Javier Martos, Y en ese objetivo la educación es un eje fundamental. «La educación debe ser vista como un derecho básico puesto que es la mejor escalera para salir de la pobreza», defiende la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta H. Fore. De hecho, está recogido en el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, pero 70 años después de la aprobación de este texto es aún una quimera para millones de niños. Sin embargo, reconoce Fore en una entrevista concedida a Europa Press, «hay 262 millones de niños y jóvenes que se están perdiendo su educación, aproximadamente un tercio de los cuales viven en países afectados por la guerra o los desastres naturales».

En concreto, según datos de la Unesco, 64 millones de niños no reciben educación primaria, 61 millones no reciben educación secundaria y 138 millones de adolescentes de 15 a 17 años no realizan sus estudios de secundaria superior. Dejar a estos niños sin educación tiene un coste. Según esta agencia de la ONU, si todos los adultos del mundo completaran la educación secundaria el número de personas en la pobreza podría reducirse en más de un 50 %.

El acceso a la educación está fuertemente condicionado por el género. Las niñas tienen menos probabilidades que los niños de su edad de ir a la escuela e incluso aquellas que logran iniciar sus estudios es más probable que nunca los terminen. Cuando llegan a la adolescencia, muchas familias optan por que se queden en casa ayudando en las tareas del hogar o cuidando de sus hermanos menores. El matrimonio infantil es otro obstáculo que impide que las adolescentes puedan continuar sus estudios. Esta disparidad de género queda particularmente patente en el África Subsahariana. Aquí, según los datos de Unesco, por cada 100 niños en edad de recibir educación primaria que no van a la escuela, hay 121 niñas que ven denegado este derecho.

Pero, según resalta la directora ejecutiva de Unicef, no basta con ir a clase, sino que es necesario que la educación que se recibe sea de calidad y que los niños estén en disposición de aprender, algo que aquellos con problemas de desnutrición no tienen tan fácil. Entre quienes sí van la escuela, «muchos no están aprendiendo lo básico, mucho menos habilidades útiles que les permitirán florecer en el mundo digital, cambiante y moderno actual», explica. «Seis de cada diez niños y jóvenes no alcanzan los estándares mínimos de lectura y matemáticas», subraya Fore, advirtiendo de que «para cualquier país es difícil prosperar si la mitad de su población es incapaz de leer o escribir».

Según la Unesco, pese a los avances en la materia a día de hoy todavía hay en el mundo 750 millones de personas analfabetas, de las que dos terceras partes son mujeres. De ellas, 102 millones tienen entre 15 y 24 años. El sur de Asia es la región con más personas analfabetas, el 49 % del total, seguida por el África Subsahariana, con el 27 %. «Con las tendencias actuales, para el 2030 habrá 2.000 millones de personas con entre 10 y 24 años en el planeta que necesitarán más de 10 millones de puestos de trabajo al mes», advierte la directora ejecutiva de Unicef.

Muertes por causas prevenibles

Además de la educación, la salud también es fundamental, subrayan desde Unicef. En el 2017, 2,5 millones de niños no sobrevivieron a su primer mes de vida, lo que supone «aproximadamente 7.000 muertes neonatales cada día», la mayoría durante la primera semana y en torno a un millón en el mismo día en que nacen, según Fore. «Más del 80 % de las muertes de recién nacidos se deben a su nacimiento prematuro, las complicaciones durante el parto o infecciones como la neumonía y la sepsis», explica, subrayando que la mayoría de estas muertes son prevenibles con «soluciones demostradas como agua potable, desinfectantes, lactancia desde la primera hora de vida, contacto piel con piel y, por supuesto, acceso a matronas bien formadas». Sin embargo, lamenta, «la falta de trabajadores sanitarios y matronas bien formadas significa que miles no reciben el apoyo que necesitan para salvar sus vidas». En este sentido, apuesta por «un apoyo renovado en todo el mundo para una mayor inversión en atención sanitaria con el fin de alcanzar la cobertura universal».

«El mundo es un lugar mucho más saludable para los niños de lo que ha sido nunca pero cerca de 6 millones de ellos aún mueren cada año antes de cumplir los 5 años, la mayoría por causas prevenibles», algo que se puede cambiar, según ella, «llevando servicios de salud de calidad cerca de quienes lo necesitan». «Necesitamos clínicas comunitarias y de atención primaria en cada comunidad», defiende la responsable de Unicef. «Debemos asegurarnos de que todos los niños y jóvenes tienen una oportunidad justa», sostiene Fore, que denuncia que los menores «más vulnerables y marginados se están quedando muy atrás con respecto a sus iguales». Según explica, «la desigualdad y los ciclos intergeneracionales de pobreza se han agudizado».

La directora ejecutiva de Unicef apuesta en este Día Universal del Niño por «dar a niños y jóvenes voz sobre su propio futuro». «Ellos son sus mejores abogados y deberíamos escucharles sobre la mejor manera de garantizar el derecho de todos a ir a la escuela, estar a salvo de posibles daños y abrir oportunidades ilimitadas para alcanzar su potencial», defiende. «Después de todo, ellos son el 25 % de nuestra población, pero el cien por cien de nuestro futuro», recalca Fore. «La esperanza del mundo está en las próximas generaciones y debemos actuar ahora. ¿Cómo podemos esperar que niños y jóvenes aprendan a respetar a los demás si están siendo maltratados? ¿Cómo verán el mundo y su responsabilidad hacia el mismo?», se ha cuestionado.

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