Estados Unidos se queda solo ante su nueva estrategia en Siria y Afganistán

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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POOL | Reuters

Mattis dimite como jefe del Pentágono en desacuerdo con la retirada de tropas

22 dic 2018 . Actualizado a las 09:09 h.

A punto de comenzar su tercer año de presidencia, Donald Trump esta cada vez más solo dentro y fuera de casa. El jefe del Pentágono, James Mattis, anunció la noche del jueves su salida del Gobierno, uniéndose al coro de protestas contra la decisión del presidente de retirar las tropas de Siria y reducir a la mitad el contingente desplegado en Afganistán.

Tras meses de desencuentros con Trump, con Perro Loco -el apodo del general de cuatro estrellas con amplia experiencia en combate-, se va una de las pocas voces sensatas de la Administración y un hombre respetado en la escena internacional. Su marcha supone un motivo más de preocupación para aquellos que han visto cómo, con el paso del tiempo, Trump ha ido cincelando un Gabinete hecho a su medida y cada vez más alejado del equipo de tecnócratas y especialistas del que se rodeó al comenzar su mandato. Uno por uno, los pesos pesados, los secretarios o asesores que atemperaron un poco al impetuoso presidente se han ido dando las gracias o un portazo.

Con su carta de renuncia ya escrita, Mattis hizo un último intento de persuadir al presidente de su cambio de estrategia en Oriente Medio, según The New York Times. El tono de su misiva -de la que repartió 50 copias por el Pentágono- es correcto, pero el mensaje es claro y resuena más allá de las fronteras. «Usted tiene el derecho de tener un secretario de Defensa cuyos puntos de vista estén mejor alineados con los suyos», asegura marcando su desacuerdo con Trump. También escribe que Washington debe «tratar a sus aliados con respeto», así como ser «resuelto e inequívoco» en la forma en que lidia con sus competidores, entre los que menciona a China y Rusia.

Inquietud

Legisladores demócratas y republicanos manifestaron su inquietud por la partida de Mattis. El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, replicó las palabras de Mattis: «Debemos comprender claramente quienes son nuestros amigos y nuestros enemigos». En Twitter, Trump no habló de renuncia e indicó solo que Mattis dejará sus funciones en febrero.

Sin recuperarse aún del golpe por el repliegue sin previo aviso de Siria, los aliados se encontraron con que el Pentágono se prepara para retirar de Afganistán a unos 7.000 soldados en los próximos meses, reduciendo a la mitad sus fuerzas. Un primer paso para poner fin a una intervención iniciada por George W. Bush tras el 11S y que dura ya 17 años. Antes de la salida, Donald Trump intentará acordar una tregua con los talibanes. Kabul buscó minimizar el impacto y señaló que la retirada de «unos miles de militares extranjeros no impactará sobre la seguridad nacional». La OTAN reafirmó la continuidad de su operación, pero evitó comentar el anuncio.

Erdogan promete a EE.UU. eliminar al Estado Islámico y retrasar la ofensiva contra los kurdos

Donald Trump tomó la decisión de retirar sus tropas de Siria después de que Recep Tayyip Erdogan se comprometiera a proseguir la lucha contra el Estado Islámico. Tras la conversación, el presidente de EE.UU. ordenó a su asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, que también participó en la charla telefónica con el dirigente turco, que «empezara el trabajo» de la retirada, agrega el diario truco Hürriyet.

En un discurso este viernes en Estambul, Erdogan confirmó la información. «Trump nos preguntó: "¿limpiaréis [Siria] a partir de ahora del Daesh [acrónimo árabe del EI]?" Ya lo limpiamos, lo seguiremos limpiando». También desveló que acordó con Trump aplazar la anunciada ofensiva contra las milicias kurdas Unidades de Protección del Pueblo (YPG), que lucharon al lado de Washington contra los yihadistas del califato desde el 2014. «Este aplazamiento no será por un período indefinido», precisó. Recibió «con alegría y cautela» la retirada de los 2.000 soldados estadounidenses, que confirmó «ya ha empezado».

La coalición árabe-kurda ya ha advertido que renunciará a combatir a los yihadistas, si tiene que hacer frente a una eventual ofensiva turca. «Combatir el terrorismo será difícil porque nuestras fuerzas se verían obligadas a retirarse de las línea del frente en Deir al Zur» dijo en París Ilham Ahmad, responsable de la coalición. Unos 2.000 yihadistas están acorralados en esa provincia. El EI lanzó ayer un contraataque contra posiciones kurdas para recuperar su feudo de Hayin.