Murakami, Lemaitre, Quignard, Barnes, Vuillard y Condé animan el año literario

H. J. P. REDACCIÓN / LA VOZ

ACTUALIDAD

KIM KYUNG-HOON | reuters

Una de las novelas más esperadas del 2019 es el nuevo Pepe Carvalho, que llega el día 15 de la mano del escritor Carlos Zanón

06 ene 2019 . Actualizado a las 18:40 h.

Aunque un libro de Haruki Murakami siempre despierta las máximas expectativas, y la segunda parte (y final) de La muerte del comendador (llega a las librerías el 15 de enero de la mano de Tusquets) es una excelente motivación para el lector, en este 2019 la gran noticia en el mundo editorial será la aparición de una nueva aventura del detective Pepe Carvalho. Y no es que, cuando se cumplen 15 años del fallecimiento del añorado Manuel Vázquez Montalbán (Barcelona, 1939-2003), haya aparecido un manuscrito en un baúl -similar al de Pessoa o el de Salinger-, sino que, como ya ha sido anunciado en diversas ocasiones, el grupo Planeta y la familia del autor le han encomendado la continuación de la mítica serie al escritor Carlos Zanón -uno de los más en forma en el noir en España-. Una serie que se había visto interrumpida con la inesperada muerte de Montalbán y la publicación póstuma de Milenio, en una doble entrega que recogía las andanzas internacionales del detective, huido tras una acusación de asesinato y acompañado de Biscuter, su peculiar Sancho. El mismo día que se ha fijado para Murakami le disputará así los escaparates Problemas de identidad, una narración en que Zanón traslada a Carvalho a los tiempos de hoy y en que, esta vez, se moverá a caballo entre Madrid y Barcelona.

Y aunque Patria, de Fernando Aramburu, que supera las treinta ediciones y el millón de lectores, se seguirá vendiendo, la rueda sigue, ya que hay que continuar en la ardua búsqueda de la belleza literaria y el éxito comercial.

Tras sacar a finales de diciembre su reunión de ensayos sobre arte Con los ojos bien abiertos -que se centra especialmente en el arte francés y en la pintura del período que va del romanticismo y el realismo a los movimientos posimpresionistas-, Anagrama publicará en la primera semana de febrero la última novela de Julian Barnes, La única historia, un relato sobre los vericuetos del amor y el paso y el poso del tiempo en el que, adelanta el editor, el fino prosista inglés «indaga de modo deslumbrante en el placer y el dolor del deseo, en las heridas de las relaciones que dejamos atrás, en cómo el paso de los años nos transforma y en cómo afrontamos nuestro pasado».

También desde las islas británicas trae Alfaguara la nueva obra del premio Príncipe de Asturias John Banville, Los lobos de Praga (Alfaguara), que firma bajo el seudónimo de Benjamin Black, que en esta ocasión lleva su intriga lejos del doctor Quirke y los predios de Chandler. Banville apuesta por el escenario histórico y se adentra en la Praga de 1599 guiado por el joven alquimista Christian Stern que busca hacer fortuna en la corte del excéntrico Rodolfo II, sobrino de Felipe II y emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, y enseguida acaba metido a investigador de un asesinato.

También a la historia vuelve Pierre Lemaitre, que aparca al policía Camille Verhoeven para ofrecer la segunda entrega de la trilogía de entreguerras que inició con tanto éxito Nos vemos allá arriba. En Los colores del incendio (de nuevo en Salamandra) viaja al París de 1927 para, al modo de Dumas o Balzac, anota la editora, trenzar una historia sobre la venganza implacable de una mujer y, al mismo tiempo, realizar el retrato magistral de una época con una demoledora lección de historia.

La historia ha dejado uno de los mejores libros publicados en el 2018 en España (El orden del día) y en ella reincide su autor, Éric Vuillard, o su sello, Tusquets, que recupera una novela suya anterior: 14 de julio. Con un espíritu similar, Vuillard relata episodios de la Revolución francesa que ponen el foco en aspectos particulares como una rebelión obrera en una factoría, la vida en la corte de Versalles, el trasfondo económico y social del levantamiento...

Pascal Quignard, otro primer espada de las letras galas, también mira al pasado para hablar de cómo vivir hoy. Para ello confronta en Las lágrimas (Sexto Piso) los destinos opuestos de dos gemelos: un erudito nieto de Carlomagno y un marino vagabundo. Poesía, lengua y filosofía van de la mano en este hermoso libro.

De la historia a la memoria personal. Ahí ahonda, en los recuerdos de su infancia, la escritora caribeña Maryse Condé en Corazón que ríe, corazón que llora, con el que Impedimenta rescata una voz ignota que ganó relevancia recientemente al alzarse con el llamado premio Nobel Alternativo. Un texto en el que vuelve sobre la identidad colonial dividida entre la cultura francesa y la negritud.

Franzen, Lethem y Eggers, ¿por fin, el relevo americano?

Mientras el sello malagueño Pálido Fuego prevé para el próximo día 21 la publicación de El origen de los brunistas, la novela que en 1966 supuso el debut sensacional de todo un clásico, Robert Coover (Iowa, 1932), refrendado entonces con el premio de la Fundación William Faulkner y su casi instantánea elevación a la categoría de maestro de la narrativa, se anuncia la llegada de novedades de tres de los escritores que, desde hace tiempo y reiteradamente, son propuestos como los herederos de la generación del propio Coover, Thomas Pynchon y Cormac McCarthy. En Salamandra aparecerá la heterodoxa colección de artículos de Jonathan Franzen El fin del fin de la Tierra y Random House anuncia para la próxima semana Anatomía de un jugador, de Jonathan Lethem, como «una inquietante novela sobre la identidad y la superficialidad en la vida moderna», y, para el próximo 14 de marzo, El monje de Moka, de Dave Eggers, en la que narra la historia real de un joven americano-yemení que sueña con resucitar el arte ancestral del café de Yemen pero que se ve atrapado en la guerra civil del país.